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Procuran demostrar que en España, en período de guerra, será difícil examinar seriamente las cuestiones relativas al escritor y los problemas literarios. (¿Acaso es difícil?) iDesde luego, no lo es tanto! En todo caso, es posible examinarlos. Que el Congreso se transformará en una plena demostración de simpatía hacia España (¿Y por qué no?). Que la empresa es en exceso pretenciosa y chillona. (No más que cualquier otro congreso o conferencia.) Que nadie ha dado nunca derecho a arrastrar a los escritores bajo el fuego, poniendo en peligro sus vidas y alarmando a sus familias. (Eso, realmente, es un argumento; pero nadie arrastra a nadie; quien hace el viaje, lo hace voluntariamente, y, en general, se tomarán todas las medidas necesarias para librar a los delegados hasta del más remoto peligro y riesgo. ¡Aquí vienen toda clase de delegaciones parlamentarias y femeninas, hasta duquesas inglesas, y nada les ha sucedido!) Que este Congreso irritará a los fascistas y la cuestión terminará con que Franco celebrará en su territorio otro congreso, con otros escritores, hasta más fino que éste. (Frente a esto, sólo cabe abrir los brazos.)
No hay ninguna empresa que no se encuentre con llorones y refractarios. Si Arquímedes hubiera hallado el punto de apoyo que le faltaba para mover el mundo, aún no lo habría logrado todo. La segunda dificultad importante habría radicado en los llorones y refractarios. Unos y otros habrían dado vueltas en torno a Arquímedes, le habrían tirado de la túnica, de los pantalones, exclamando: «¡Déjate de esta quimera! ¡No te metas en líos! ¡Te vas a derrengar! ¿A ti qué más te da? ¡Total, para qué! No somos enemigos tuyos, al contrario, te aconsejamos con el corazón en la mano, ¡déjalo, manda a paseo este asunto!»
Aragón escribe desde París que los escritores trotskistizantes van por las casas de sus colegas y procuran disuadirlos de que asistan al Congreso de España.
25 de junio
La policía republicana ha vacilado largo tiempo, indecisa, ha estado largo tiempo regateando con el ministro de Justicia, Irujo; por fin no ha aguantado más y ha comenzado a eliminar los nidos más importantes del POUM, ha detenido a los cabecillas trotskistas. Destacamentos de guardia republicana han ocupado en Barcelona varias casas y hoteles donde moraban los poumistas. Las casas han sido requisadas. En el hotelito en que se hallaba instalado el Comité Central del POUM se han encontrado muchos valores y ocho millones de pesetas en moneda. (En Barcelona, durante todo el último mes, la población ha sufrido por la falta de moneda para los cambios.) En los edificios requisados, se han izado banderas republicanas. El público se reúne ante estas banderas y aplaude.
En Valencia, la limpieza de los edificios poumistas va mucho más despacio y es mucho menos vigorosa. En esta ciudad, impiden que se haga mejor ciertas manos invisibles, si bien poderosas. Los trotskistas en seguida lo han olido, los que aún se hallaban en libertad, se han trasladado a toda prisa de Barcelona a Valencia.
En la detención de los trotskistas, ha insistido sobre todo la policía madrileña. En ella trabajan socialistas, republicanos y sin partido que, hasta ahora, consideraban la lucha contra el trotskismo asunto particular de los comunistas; de pronto se han encontrado con tales actos de los poumistas que les han revuelto las entrañas.
En Madrid se ha descubierto una nueva organización de espionaje fascista, cuyas huellas llevan también a Barcelona. Los espías detenidos poseían su emisora de radio, que, secretamente, transmitía a Franco datos acerca de la disposición y reagrupación de las tropas republicanas.
En Madrid han sido detenidos más de doscientos miembros de la organización. Entre ellos hay oficiales del Estado Mayor del frente, oficiales de artillería, de las unidades blindadas y del servicio de intendencia. La organización poseía sus agentes en la sección de información del Ministerio de la Guerra y de Marina.
En la organización de espionaje, junto con los miembros de la antigua aristocracia reaccionaria y de la Falange Española, trabajaban los dirigentes del POUM. Aparte del trabajo de espionaje, se trataba, también, de preparar para un determinado momento una sublevación fascista armada en las calles de Madrid.
Se ha logrado capturar a los espías repentinamente. Se les han encontrado documentos que los desenmascaran. Ello ha obligado a los detenidos a confesar. A uno de los espías se le ha hallado un plano de Madrid, y en su reverso la policía ha descubierto un documento escrito con tinta simpática. Han revelado la tinta; el texto es el siguiente:
«Al Generalísimo, personalmente. Comunico: ahora estamos en condiciones de comunicarle todo lo que sabemos acerca de los desplazamientos de las unidades rojas. Los últimos datos, enviados por nuestro transmisor, demuestran la seria mejora de nuestro servicio de información.»
Sigue la parte cifrada del documento. No había modo de descifrarla. La policía vagaba en las tinieblas. El juez de instrucción ha tenido la idea de dirigirse al Estado Mayor Central. Allí se han encontrado códigos cifrados captados a los franquistas. Uno de ellos conviene con toda exactitud a la carta. La continuación de la carta dice:
«La agrupación y acumulación de fuerzas para el movimiento en la retaguardia va con cierta lentitud. Ahora tenemos unos 400 hombres dispuestos a actuar. Estando bien armados, en condiciones favorables, pueden servir como fuerza de choque para el movimiento. Su orden acerca de la infiltración de nuestros hombres en las filas de los extremistas y del POUM se cumple con éxito. Nos falta un dirigente de la propaganda que comience este trabajo independientemente de nosotros para actuar con menos riesgo. En cumplimiento de su orden, he estado en Barcelona para entrevistarme con N, miembro dirigente del POUM. Le he dado cuenta de sus indicaciones. La falta de enlace entre ustedes y él se explica por unas averías en su emisora, que empezó a funcionar de nuevo estando yo allí. Usted, probablemente, ha recibido su contestación en lo tocante al problema fundamental. N pide con la mayor insistencia a usted y a los amigos extranjeros que yo sea el único individuo que mantenga enlace con él. Me ha prometido enviar a Madrid nueva gente para activar el trabajo del POUM. Gracias a estas medidas, el POUM se convertirá en Madrid, lo mismo que en Barcelona, en un punto de apoyo real de nuestro movimiento. Los datos enviados a través de B han perdido actualidad. Dentro de poco, le comunicaremos nuevos datos. Se acelera la organización de grupos de apoyo. El problema de las operaciones organizadas en el sur permanece sin aclarar.»
27 de junio
En todos los frentes hay una calma total, sólo se observa cierta agitación en el Jarama. Los republicanos preparan un gran golpe en las inmediaciones de Madrid. Ahí se concentran las mejores unidades de choque, las divisiones de Líster, de Walter, mucha artillería y aviación. Pero la preparación aún se efectúa muy lentamente. La ofensiva empezará no antes de los primeros días de julio, si el enemigo no se adelanta.