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Más datos, más manipulación. Organizado, se dijo Justin. Todo. Un corto momento de suspense, ahora. Secretos.

Y sin embargo, no podía dejar de reaccionar.

Giraud leyó algo o fingió que leía. Respiró de nuevo. La cara no era más amistosa cuando levantó la vista.

—No te gusta estudiar con cintas. Extraño en un diseñador.

—No les tengo confianza. ¿Puedes culparme?

—Ni siquiera usas cintas de entretenimientos.

—Trabajo mucho.

—Me gustaría que cambiaras de actitud. No acudiste a dos de las sesiones que habíamos concertado para ti con Petros. No usas las cintas más que una vez al mes o menos. Es una actitud muy rara en un diseñador.

Justin no contestó.

Había usado todas sus respuestas.

—Hasta Grant dejó de acudir al laboratorio para usar cintas. Usa una unidad casera. No es lo habitual.

—No hay normas en eso. Si eso lo satisface, es suficiente. Grant es brillante, tiene buena absorción.

—Esas no son tus instrucciones.

—No, no.

—Sabes —intervino Petros— que Grant es autosuficiente, es completamente social. No necesita ese tipo de refuerzo. Pero teniendo en cuenta lo que le pasó sería mejor que usara cintas profundas. Como control.

—¿Si tenemos en cuenta lo que tú le hiciste? ¡No!

—Así que son tus instrucciones —dijo Giraud.

—No. Es su decisión. Por lo que sé, tiene tanto derecho como yo a decidir.

—No estoy seguro de que necesitemos un equipo de diseñadores con fobia hacia las cintas.

—Vete a la mierda.

—Calma —dijo Denys—. Tranquilidad, por favor. Giraud, no hay nada malo en el trabajo de Justin. Ni en el de Grant. Eso no está en discusión.

—En el asesinato de Ari hubo más de una víctima —dijo Petros—. Justin. Grant. No creo que puedas ignorar esta circunstancia. Estás frente a alguien que era un chico en la época del incidente, que en realidad, era víctima de un acto criminal de la misma Ari, entre otros. No quiero divulgarlo demasiado, pero lo vigilo. Le pedí que viniera a verme y hablara conmigo. ¿Es verdad, Justin?

—Sí.

—Pero no contestaste, ¿no es cierto?

—No. —El pánico le agarrotó la garganta. Se sintió mareado.

—Toda la cuestión del proyecto —dijo Petros— te molesta un poco, ¿no?

—Vive y deja vivir. La niña me da lástima. Estoy seguro de que ustedes han situado espías de Seguridad en mi apartamento. Espero que se diviertan mucho con mis asuntos íntimos.

—Justin.

—Por mí, te puedes ir a la mierda tú también, Petros.

—Justin. Dime la verdad. ¿Todavía tienes destellos?

—No.

—Estás seguro.

—Sí, estoy seguro.



—Estabas muy tenso cuando entraste en la fiesta, ¿no es cierto?

—Claro que no. ¿Por qué?

—Creo que ésa es la respuesta que buscas —dijo Petros a Giraud—. Justin entró muy nervioso. Los dos. Ari lo captó enseguida. Eso es todo. No creo que fuera intencional. Estoy mucho más preocupado por el estado de ánimo de Justin. Creo que será mejor que vuelva a su ala, asista a las reuniones de la Familia y siga con su vida normal. No creo que sea útil someterlo a psicotest. Ya tiene demasiada tensión sobre sus hombros. Pero me gustaría que viniera a verme para alguna sesión de consejo.

—Giraud —dijo Denys—, si crees en la sensibilidad de la joven Ari, ten en cuenta que ella no tuvo miedo de Justin. A pesar de la tensión de él, ella no estaba asustada. Muy al contrario.

—Esto tampoco me gusta nada. —Giraud respiró hondo y se inclinó mirando a Justin por debajo de las cejas—. Irás a ver a Petros. Si me entero de que no cooperas, te pondré al cuidado de una de las estaciones de precipitados antes de la puesta de sol. ¿Comprendes?

—Sí, ser.

—Seguirás trabajando. Si por algún motivo te encuentras con Ari, te comportarás de la forma que provoque menos curiosidad. Asistirás a las reuniones de Familia. Si ella te habla, muéstrate agradable. Nada más. Si te apartas de esta línea, volverás aquí y yo no estaré de buen humor, te lo aseguro. Y eso vale también para Grant. Tú harás que lo entienda. ¿Me has oído?

—Sí, ser. —Como un azi cualquiera. Tranquilo. Respetuoso. Es una trampa. Todavía tiene que cerrarse. Hay algo más en todo esto.

Puedes irte. Abre la puerta, Abban.

La puerta se abrió, sí. El se levantó de la silla. Denys lo imitó. Justin se dirigió a la puerta y Denys fue con él, lo tomó del brazo y lo acompañó frente a Seguridad hacia la pequeña caja del vestíbulo de entrada y afuera de nuevo, hacia el pasillo principal. Luego le tiró de la manga para que se detuviera.

—Justin. Él se detuvo.

Estaba temblando todavía. Pero un desafío no le serviría de nada.

—Justin, estás bajo presión, mucha presión. Pero tú sabes tan bien corno yo que no hay transferencia de recuerdos. Ella no es la vieja Ari. De verdad, no queremos otro caso de animosidad contra los Warrick. No queremos que ocupes el papel de Jordan en todo esto. Hay mucho en juego. Él asintió.

—Justin, escúchame. Giraud te pasó el psicotest. Sabe muy bien que eres sincero. Lo que pasa es que...

—Lo que pasa es que es un hijo de puta.

—Justin. No nos pongas las cosas más difíciles. Obedece a Giraud. No cometas errores. No quieres herir a una niñita. Sé que no. Lo que Ari te hizo no tiene nada que ver con ella. Y tú no le harías daño.

—No. Y nunca le hice nada a Ari, por Dios. ¿Crees que yo lastimaría a una niña?

—Lo sé. Te creo. Pero piénsalo. Piénsalo la próxima vez que la veas. Ari te deshizo. Tú puedes hacerle lo mismo a la niña, puedes herirla. Quiero que lo pienses seriamente.

—¡No le hice nada!

—No le hiciste nada. Cálmate. Cálmate y respira hondo. Escúchame. Si puedes manejar la situación, te ayudaré.

—Claro.

Denys lo cogió del brazo otra vez, lo acercó más hacia la pared mientras Seguridad dejaba la habitación. Lo tomó del hombro y lo mantuvo allí.

—Justin. Quiero decirte... la solicitud que tengo en el escritorio, el del contacto telefónico. Voy a dejar pasar unas semanas y después voy a concedértelo. Habrá algún retardo en el diálogo... Jordan es muy inteligente y Seguridad tiene que tomarse su tiempo de pensar. Es lo más que puedo hacer. ¿Te hace sentir mejor?

—¿Cuánto me va a costar?

—Nada. Nada. Pero no lo hagas difícil. No te metas en líos. ¿De acuerdo?

Justin miraba la pared, los dibujos del travertino que se confundían bajo su mirada. Sintió que Denys le palmeaba la espalda.

—Lo lamento mucho. De verdad, lo siento. Sé que no tuviste ni un día de paz. Pero te quiero en el proyecto. Por eso luché para que Giraud permitiera que te quedaras. A Ari le gustabas, no, óyeme: a Ari le gustabas de verdad. No importa lo que hizo. Yo la conozco, ahora, muerta, tanto como me conozco a mí mismo. El problema de Ari con Jordan era antiguo y muy amargo. Pero tenía tus notas y decidió que te quería en su ala.

—¡Esas notas eran falsas!

—No, claro que no. No eran sobresalientes, eso ya lo sabes. Pero eran notas en muchos campos, media docena al menos. Tenías las mismas cualidades que ella. No podías compararte con ella, claro, pero no habías tenido a Olga Emory empujándote constantemente. Ella me dijo personalmente, y te juro que no te estoy mintiendo, hijo, que te quería en su ala, que eras mucho mejor de lo que se reflejaba en los exámenes, y mucho mejor, dijo, que Jordan. Son palabras suyas, no mías.

—La ciencia no era lo que tenía en mente.

—Te equivocas. No es lo que quieres oír, ya lo sé. Pero si quieres entender por qué hizo lo que hizo, deberías saber esto. Tengo un solo interés en esto: Ari. A ver si me entiendes, ella tenía cáncer. Fallaba la rejuv. Los doctores discuten si el cáncer provocó el fallo de la rejuv o si ésta empezó a fallar naturalmente y el cáncer se desarrolló por este motivo. En cualquier caso, ella sabía que estaba en problemas y que la vida se le acortaba mucho. La cirugía habría retrasado el proyecto, así que ordenó a Petros y a Irina que guardaran silencio. Organizó el proyecto para que cuando tuviera que recurrir a la cirugía (estoy seguro de que no lo descartó a su tiempo, no era estúpida) no lo dejara sin apoyo y cuidado, ya me entiendes, de modo que el proyecto pudiera funcionar durante unos meses con una mano blanda al frente. Yo lo sé porque era su amigo, Justin. Me eligió a mí para acceder a sus notas. Giraud es muy eficiente en la cuestión económica. Pero lo que le preocupaba a ella y me preocupaba a mí, el asunto principal, es el proyecto. Creo que lo dudas. No hay controles, no hay resultados de duplicación. Pero está basado en dos décadas de resultados duplicados con los azi. Y no es el tipo de aspecto que nos guste cuantificar. Estamos hablando de una vida humana, una dimensión emocional, una dimensión subjetiva. Tal vez no estemos de acuerdo en nada, Justin, aquí, en privado, y te respeto por tu honestidad profesional. Pero si tratas de sabotearnos, me tendrás como enemigo. ¿Entiendes?