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—Si no nos oyeron anoche, no creo que estén escuchando —dijo Ari. Sabía cómo portarse lo bastante bien para no meterse en líos sin que su comportamiento suscitara sospechas de que estaba planeando algo raro. Pero no lo dijo. Caminó con ellos hacia el estanque de los peces. Llevaba comida en el bolsillo—. ¿Qué ibais a decirme?

—Mira —dijo Catlin—. Hay que golpear primero al Enemigo si se puede. Pero hay que estar seguro, primero, de quién es el Enemigo. Luego ver cuántos son, dónde están y qué tienen. Eso es lo que hay que averiguar ahora.

—Cuando el Enemigo es un mayor —explicó Florian—, resulta difícil averiguar todo esto, porque ellos saben mucho más.

—Si no esperas un ataque —dijo Catlin—, se puede Atrapar a cualquiera.

—Pero si lo intentamos y fallamos —dijo Florian—, entonces ellos trataran de Desaparecernos. Así que no estamos seguros, Sera. Creo que a lo mejor podemos Atraparlos. En serio. Podríamos robar algo que los Atrapara. Estas cosas están en Suministros y son muy descuidados con ellas. Deberían arreglarlo. Pero yo puedo conseguir algo. Y podríamos matar al Enemigo, pero es peligrosísimo. Cuando es un mayor, hay una única oportunidad. En general hay solamente una.

Eso hacía que muchas de sus ideas se ordenaran en su cabeza .Click. Caminó con las manos en los bolsillos y dijo:

—Y si no sabemos todo eso, será peor que fallar; no sabremos a quién Atrapar después. Hay cosas que tienen que ver con todo Reseune, está lo que van a hacer sus compañeros, está saber quién es amigo y quién no, y quién va a hacerse cargo de las cosas, y no podemos hacer todo eso.

—No lo sé —suspiró Florian—. Usted tiene que saber esas cosas, sera, nosotros no podemos. Sé que podemos Atrapar a uno, tal vez a dos, si nos separamos, o si podemos tener los blancos en el mismo lugar. Los blancos principales, quiero decir. Pero los que nos persiguen son más de dos.

Llegaron al estanque de los peces. Ari se arrodilló en el borde del agua y extrajo la bolsa de comida para peces del bolsillo. Catlin y Florian se arrodillaron junto a ella.

—Aquí tenéis —dijo ella, pasándoles la bolsa para que cogieran un poco y luego arrojó un pedacito al agua para el pez blanco que subía desde debajo de los nenúfares. Blanco y rojo fue casi tan rápido como él. Ella vio cómo subían a buscar comida y vio el golpe y los círculos en el agua y el vaivén de los nenúfares—. No es fácil —dijo finalmente—. No podemos Atraparlo todo. Hay demasiadas cosas. Relaciones. Es importante; tiene a mucha gente con él, no sólo en Reseune y lo que tiene... Seguridad, por ejemplo... No sé qué más. Así que incluso si él desapareciera... —Era raro y desagradable estar hablando de matar a alguien. No parecía real. Pero lo era. Florian y Catlin podían hacerlo. En serio. Ella no estaba segura de que eso la consolara, pero le daba la sensación de que las cosas ya no se le acercaban para devorarla—... Todavía tendríamos muchos problemas. Además —suspiró—, podrían Atrapar a mamá y a Ollie. De verdad. —No entendían esa parte, pensó, porque nunca habían tenido una madre, pero la miraron como si la tomaran muy en serio—. Sí, podrían hacerlo. Ella está en Fargone. Le envié cartas. Ya debería haberme contestado. Ahora, ya no estoy segura. —Mierda, iba a lloriquear. Vio a Florian y a Catlin que la miraban, preocupados, conmovidos—. No estoy segura —dijo ella rápido, con la voz y dura y furiosa—, tal vez nunca llegaron a enviarlas.

No la entendían, claro. Trató de pensar en algo que ellos tuvieran que saber y ella hubiera olvidado mencionar.

—Si hay un Enemigo —dijo—, no sé lo que quiere. A veces pienso que mamá me dejó aquí porque era muy peligroso ir con ella. A veces pienso que me dejó porque la obligaron. Pero no sé por qué y no sé por qué no me lo contó.

Los azi permanecieron un instante en silencio. Luego, Florian dijo:

—No creo que yo pudiera decirlo. Ni Catlin. Es CIUD. No entiendo a los CIUD.

—Los CIUD tienen relaciones —dijo ella. Era como explicarles cómo Trabajar a alguien. No le gustaba contárselo. Lo explicó colocando los dedos como en un anzuelo, uno con otro—. Con otros CIUD. Como tú con Catlin y Catlin contigo y los dos conmigo. A veces no son vínculos muy fuertes. A veces son muy fuertes. Eso es lo primero. Los CIUD pueden hacer cosas uno por otro, a veces porque eso les da satisfacción, a veces porque se están Trabajando. Y a veces hacen cosas para Atraparse. Muchas veces es para protegerse, a veces es para proteger a sus relaciones: las relaciones quedan muy en peligro cuando se permite al Enemigo conocer dónde están tus relaciones o si algunas de ellas son personas con las que el Enemigo también está relacionado. Como hacer un edificio con palitos.

Ojos muy abiertos, atentos. Ojos llenos de ansiedad. Hasta los de Catlin.

—Así que se puede Trabajar a alguien para obligarlo a hacer una cosa si se le dice que van a hacerle daño a él o a alguien que está relacionado con él. Como vosotros, si alguien fuera a hacerme daño: reaccionaríais. —Mientras lo decía, Ari pensó: Así que debe ser a mamá a quien persiguen, porque mamá es importante. Si eso es verdad, ella está bien. La están Trabajando a través de mí.

No puede ser al revés. No me dijeron que fueran a hacer daño a mamá.

Pero ¿podría ser?

Son mayores, como dice Florian, y siempre saben más y no dicen todo lo que hay que saber.



Ésa es una forma de Trabajar a la gente —continuó ella—. Hay otras. Como descubrir lo que quieren y fingir que se va a hacer y después negarse, si no hacen algo por uno. Pero mamá no me habría dejado por algo que ella quisiera.

¿O sí?

¿Hay algo que pudiera querer más que a mí?

¿A Ollie?

Siempre hay formas de Atrapar a alguien así —explicó—, en lugar de sólo Trabajarlo. Hay que lograr que se metan en problemas. No es muy difícil. Claro que hay que saber.

¿Qué podría meter a Giraud en problemas?

¿Qué podría obtener de él si pudiera Trabajarlo así?

Hay que saber lo mismo: quiénes son, cuántos son, qué tienen. Todo igual. Pero se puede descubrir Trabajándolos un poco y después viendo qué hacen.

Los ojos de los dos no se apartaban de ella. Estaban aprendiendo, eso era lo que pasaba, estaban prestando atención a la manera de los azi, y no iban a hacerle preguntas hasta que no terminara.

—Yo —continuó ella, pensando con cuidado en lo que estaba revelándoles— no doy nada a nadie. Se llevan a Nelly y le hacen preguntas, y ella se lo cuenta todo. A ella no puedo Trabajarla. Ojalá pudiera. Pero si tratan de llevaros a vosotros, os Trabajaré bien. Es más fácil . Eltío Denys dijo que vosotros sois míos. Así que si Seguridad os pide que vayáis al hospital, primero venid a verme a mí. Es una orden. ¿De acuerdo?

—Sí, sera. —Un movimiento, un gesto con la cabeza, los dos al mismo tiempo.

—Pero —nosotros no somos como Nelly —objetó Florian—. Nadie nos puede dar órdenes, excepto usted. Primero tienen que pedirle permiso a usted y usted tiene que transmitirnos la orden. Es la Regla, porque si no, tenemos que Atraparlos.

Ella no lo sabía. Nunca lo había sospechado. En cierto sentido la tranquilizaba, pero también la hacía sentir amenazada. Como si todo hubiera sido siempre más grave de lo que ella suponía. Y ellos dos lo habían sabido siempre.

—Si vienen, yo les diré que no. Pero son más fuertes que vosotros.

—Sí —reconoció Catlin—. Pero es la Regla. Y lo saben. No podemos recibir órdenes de nadie más. Ella respiró una vez, con fuerza.

—¿A pesar de que el tío Denys es un supervisor?

—No es supervisor para nosotros —dijo Catlin—. Usted nos dijo que le obedeciéramos. Y a Nelly. Lo hacemos. Pero si hay algo importante, acudimos a usted.

—A partir de ahora, acudid siempre a mí, aunque sea para algo como «levanta eso». No vayáis a ningún lado ni con nadie que os ordene hasta que yo lo sepa.