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Cuando un sillón del Concejo de los Nueve queda vacante, el secretario del Departamento regulado por este puesto asume el cargo como sustituto hasta que el electorado selecciona un representante; o el canciller que se va puede designar otro sustituto. Los miembros de los Nueve pueden verse sometidos a una elección en cualquier momento si un candidato de la oposición reúne las firmas suficientes del Departamento en una petición al respecto.

Recientemente, el surgimiento de partidos políticos rivales ha conllevado que la vacante de un sillón sea un momento de gran contienda política y que un desafío por un puesto en el Concejo sea casi inevitablemente político y partidista. Esto ha provocado que el puesto de secretario sea potencialmente más vulnerable, al mismo tiempo que ha aumentado la importancia de la estructura de apoyo interna del Departamento y los profesionales administrativos necesarios para un funcionamiento continuo a través de los cambios en la administración superior.

El canciller establece la política de un Departamento. El secretario designado fija las líneas y emite las órdenes administrativas. Los jefes de los distintos Departamentos ejecutan las órdenes e informan al secretario; y éste al canciller, que comunicará las novedades al Concejo de los Nueve.

El Concejo de los Nueve puede presentar y votar leyes, particularmente en cuanto al presupuesto de los Departamentos y la política nacional hacia los extranjeros, pero un voto unánime de una delegación de cualquier unidad local puede vetar una ley que se aplique sólo a esa unidad, lo cual requerirá entonces una mayoría de dos tercios en el Concejo General y en el Concejo de los Nueve para volver a someterse a votación, De esta manera, el principio de la regla local tiene precedente sobre cualquier situación menos sobre el voto unánime de la Unión.

Una mayoría simple de los Nueve es suficiente para aprobar un proyecto de ley, a menos que sea derrotado por un voto simple del Concejo General de la Unión, que está formado por un embajador y un número de representantes de cada mundo y cada estación de la Unión, de acuerdo a su población.

El Concejo de los Nueve preside el Concejo General: el Concejo de los Mundos (es decir, el Concejo General sin los Nueve) puede iniciar o aprobar un proyecto de ley con una mayoría simple a menos que sea derrotado por un voto de los Nueve.

El Concejo de los Mundos cuenta en este momento con setenta y seis miembros, incluyendo a los representantes de Cyteen. En presencia de los Nueve, es decir, en caso de un Concejo General los representantes de Cyteen podían observar, pero no votar ni hablar hasta el año 2377, por una concesión que se hizo a Cyteen como sede del gobierno, hasta que la población de la Unión doblara a la de Cyteen, cifra que se alcanzó en el censo de ese año.

Algunas entidades dentro de la Unión constituyen unidades no representativas: son los Territorios Administrativos de la Unión, que no votan en las elecciones locales y que están sujetos a sus propias regulaciones internas y tienen la misma soberanía que cualquier planeta o estación dentro de la Unión.

Un Territorio Administrativo es inmune a las leyes locales, sólo se les pueden aplicar impuestos en el ámbito de la Unión y mantiene su propia fuerza policial, su sistema legal y sus reglas administrativas, que tienen fuerza de ley sobre sus ciudadanos. Un Territorio Administrativo está bajo la vigilancia del Departamento que corresponde a su actividad principal; y está sujeto a intervención del Departamento bajo ciertas reglas muy concretas que caen dentro de la jurisdicción del Territorio y varían de un Territorio a otro.

No puede haber una descripción completa de las unidades del gobierno de la Unión sin una mención a la naturaleza única de Cyteen, que tiene la mayor concentración de población, constituye la mayor sección de cualquier electorado y es la sede del gobierno de la Unión, sobre el cual, por supuesto, Cyteen no tiene jurisdicción alguna y que es la sede de tres Territorios Administrativos muy poderosos.

Hay quien opina que el gobierno de la Unión interviene demasiado en Cyteen y que eso mutila los derechos locales. Otros consideran que Cyteen tiene demasiada influencia en la Unión y señalan que siempre ocupa más de un sillón en el Concejo. Otros, sobre todo habitantes de Cyteen, dicen que todo el planeta terminará siendo una reserva gubernamental y que la influencia de Cyteen en la Unión es justa, considerando que el planeta se ha convertido en el apoyo de todo el gobierno, lo cual significa que la Unión es tan poderosa y la influencia de los Nueve tan grande en el planeta que todos en la Unión tienen algo que decir sobre la forma de gobernar Cyteen.



Otro punto de disputa es el uso de las reservas de Cyteen por la Unión en general y por los Territorios Administrativos, que no pagan impuestos locales y que no están bajo la autoridad de Cyteen. Los Territorios señalan que lo que devuelven a la economía de Cyteen supera a las reservas que absorben y que en realidad, la viabilidad de Cyteen como planeta obedece en gran parte a la fuerza económica de los diversos Territorios que se encuentran sobre Cyteen.

I

El pequeño avión aterrizó en la pista de Planys y se deslizó hasta el frente de la pequeña terminal. Justin se desabrochó el cinturón de seguridad. Se movía con la misma sensación de irrealidad con la que había vivido desde que el avión despegara de Reseune.

Hasta aquel mismo instante, había esperado que alguna agencia lo detuviera, pensaba que el juego consistía en concederte permiso para viajar y después maniobrar para que él o Jordan se colocaran en una posición que obligara a cancelarlo todo.

Todavía estaba asustado. Aún imaginaba otras posibilidades peores, más que una prueba psíquica para cualquiera de los dos, como por ejemplo que Reseune estuviera creando una situación que pudieran usar para perjudicar a Jordan o empeorar sus condiciones. Trató de sumir este tipo de pensamientos en el fondo de su mente, donde sólo le servirían para recordarle ser precavido; como los pensamientos que lo defendían contra una vuelta súbita, una brusca retirada del permiso de viaje, incluso a esta altura del asunto.

Había que vivir así. O volverse loco.

Levantó el portafolios y la bolsa del compartimento mientras la escolta de Seguridad iba a su encuentro. Era el avión que viajaba ida y vuelta entre Reseune y Planys cuando era necesario, un avión de la corporación con el símbolo del Hombre Infinito en la cola, no el emblema rojo y blanco de LÍNEAS AÉREAS RESEUNE, que transportaba pasajeros y carga a distintos lugares del continente y unos pocos puntos en otras tierras. Los laboratorios Reseune eran dueños de ese avión, aunque fuera personal de LÍNEAS AÉREAS RESEUNE quien lo manejaba; y el hecho de que el avión fuera privado, como RESEUNE UNO, hacía que las listas de cargas y pasajeros no tuvieran que pasar el escrutinio del Departamento de Transportes.

Un vuelo largo desde Reseune, sobre un océano desolado. Un avión con una esclusa de aire y un filtro de succión en la esclusa, por lo cual eran imprescindibles trajes-D y máscaras antes de salir. Justin extrajo la suya del compartimento, plástico blanco, blando, muy caliente al usarlo, porque el tipo genérico no contaba con un sistema de circulación, sólo un par de bandas que se colocaban sobre el pecho y los hombros para que la cosa no se inflara como un globo y succionara el aire del casco.

El copiloto lo tomó de la mano y controló los sellos, el cuello, las muñecas y los tobillos y la frente, luego le dio una palmada en el hombro, señalando la esclusa de aire. Los trajes genéricos no tenían comunicador y había que gritar o hacer gestos. Así que Justin cogió su equipaje, sellado en una bolsa de plástico, y miró para ver si Seguridad iba a dejarlo bajar.