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Las Tengwareran las más antiguas, pues habían sido concebidas por los Noldor, los más hábiles de los Eldar en tales materias, mucho antes de que se exiliaran. Las letras Eldarin más antiguas, las Tengwar de Rúmil, no se utilizaban en la Tierra Media. Las letras posteriores, las Tengwar de Fëanor, era en gran medida una nueva invención, aunque algo debían a las letras de Rúmil. Fueron llevadas a la Tierra Media por los Noldor exiliados, y de ese modo llegaron a conocerlas los Edain y los Númenóreanos. En la Tercera Edad se habían extendido casi exactamente por la misma zona donde se conocía la Lengua Común.

Las Cirth fueron concebidas por primera vez en Beleriand por los Sindar, y durante mucho tiempo sólo se utilizaron para inscribir nombres y breves conmemoraciones en madera o piedra. A ese origen deben sus formas angulosas, muy semejantes a las runas de nuestro tiempo, aunque diferían de éstas en los detalles, y la disposición era enteramente distinta. Las Cirth en su forma más antigua y simple se extendieron hacia el este durante la Segunda Edad, y muchos pueblos las conocieron, los Hombres y los Enanos y aun los Orcos; todos ellos las alteraron de acuerdo con sus necesidades y la poca o mucha habilidad que tenían para esas artes. Los Hombres de Valle utilizaban todavía una de esas formas simples, y también los Rohirrim.

Pero en Beleriand, antes del fin de la Primera Edad, las Cirth, en parte por influencia de las Tengwar de los Noldor, se reordenaron y se desarrollaron todavía más. El alfabeto más completo y ordenado fue el que se conoció como Alfabeto de Daeron, pues de acuerdo con la tradición élfica, Daeron, el trovador y maestro de historias del Rey Thingol de Doriath, fue el que lo inventó. Entre los Eldar el Alfabeto de Daeron no tenía formas verdaderamente cursivas, pues para escribir los Elfos adoptaron las letras Fëanorianas. De hecho, casi todos los Elfos del Occidente abandonaron por entero la utilización de runas. En el país de Eregion, sin embargo, el Alfabeto de Daeron se mantuvo, y de allí pasó a Moria, donde se convirtió en el alfabeto preferido de los Enanos. Lo utilizaron siempre desde entonces y lo llevaron consigo al Norte. De ahí que en tiempos posteriores se lo llamara a menudo Angerthas Moriao las Largas Hileras Rúnicas de Moria. Al igual que con el lenguaje, los Enanos recurrieron a las formas de escritura vigentes y muchos escribían con habilidad las letras Fëanorianas; pero para su propia lengua adoptaron las Cirth, y a partir de ellas desarrollaron otras formas, que podían ser escritas con pluma.

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LAS LETRAS FËANORIANAS

El cuadro exhibe en caligrafía normal todas las letras que se usaban comúnmente en las Tierras Occidentales durante la Tercera Edad. La disposición es la más usual de entonces y sigue el orden en que se las recitaba.

Esta escritura no era en su origen un «alfabeto», es decir una serie azarosa de signos, cada cual con un valor independiente propio, recitados en un orden tradicional ajeno a las formas y funciones de las letras 77. Era más bien un sistema de signos consonánticos, de estilo y formas similares, que podían adaptarse según elección o conveniencia para representar las consonantes de las lenguas practicadas (o concebidas) por los Eldar.

Ninguna de las letras tenía un valor fijo; pero poco a poco fueron reconociéndose ciertas relaciones entre ellas.





El sistema comprendía veinticuatro letras primarias, 1-24, dispuestas en cuatro témar(series); cada una de ellas tenía seis tyeller(grados). Había también «letras adicionales», como las 25-36. De éstas, las 27 y 29 son las únicas letras estrictamente independientes; las restantes son modificaciones de otras letras. Había también unos cuantos tehtar(signos) de usos variados. Éstos no aparecen en el cuadro 78.

Cada una de las letras primariasestaba formada por un telco(tallo) y un lúva(arco). Las formas que se ven en 1-4 se consideraban normales. El tallo podía ser alzado, como en 9-16, o reducido, como en 17-24. El arco podía ser abierto, como en las series I y III, o cerrado, como en II y IV; y en ambos casos podía duplicarse: v. g., en 5-8.

En la Tercera Edad la costumbre había modificado la libertad teórica de aplicación, al punto que la serie I se aplicaba a las series dentales o t (tincotéma), y la II a las labiales o p (parmatéma). La aplicación de las series III y IV variaba de acuerdo con los requerimientos de las diferentes lenguas.

En lenguas como el Oestron, en las que abundaban las consonantes 79tales como nuestras ch, j, sh, la serie III se aplicaba habitualmente a ellas; en ese caso la serie IV se aplicaba a la serie normal k (calmatéma). En Quenya, que tenía además de la calmatémauna serie palatal (tyelpetéma)y una serie labializada (quessetéma), las palatales se representaban mediante un signo diacrítico Fëanoriano que indicaba «sigue y» (por lo común dos puntos colocados debajo), mientras que la serie IV era una serie kw.

Dentro de estas aplicaciones generales, por lo corriente se observaban también las siguientes relaciones. Las letras normales de grado 1 se aplicaban a las «oclusivas sordas»: t, p, k, etc. La duplicación del arco indicaba la adición de «sonoridad»: así, si 1, 2, 3, 4 = t, p, ch, k(o t, p, k, kw), 5, 6, 7, 8 = d, b, j, g(o d, b, g, gw). La elevación del arco indicaba que la consonante se abría en una «fricativa»: así, suponiendo los valores precedentes para grado 1, grado 3 (9-12) = th, f, sh, sch(o th, f, kh, khw/hw), y grado 4 (1316) = dh, v, zh, gh(o dh, v, gh, ghw/w).

El sistema Fëanoriano original tenía también un grado con ramificaciones que se extendían tanto por encima como por debajo de la línea. Estas ramificaciones representaban de ordinario consonantes aspiradas (v. g. t+ h, p+ h, k+ h), pero podían representar también otras variantes consonánticas cuando las circunstancias así lo requerían. No eran necesarias en las lenguas de la Tercera Edad que utilizaban esta escritura; pero estas formas se utilizaban mucho como variantes (las que se distinguen más claramente del grado 1) de los grados 3 y 4.

El grado 5 (17-20) se aplicaba habitualmente a las consonantes nasales: así, 17 y 18 eran los signos más comunes de ny m. De acuerdo con el principio observado más arriba, el grado 6 tuvo que haber representado las nasales sordas, pero como tales sonidos (ejemplificados por nhen galés o hnen inglés antiguo) se daban muy raramente en las lenguas de que se trata, el grado 6 (21-24) se utilizaba con mayor frecuencia para las consonantes más débiles o «semivocálicas» de cada una de las series. Entre las letras primarias, este grado comprendía las de forma más pequeña y sencilla. Así, 21 se utilizaba con frecuencia para representar una rdébil (no vibrante), que originalmente se daba en el Quenya, y que se consideraba en el sistema la consonante más débil de las tincotéma; 22 se utilizaba para representar la w; cuando la serie III se utilizaba como serie palatal, 23 se usaba comúnmente para representar una yconsonántica 80.