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En Númenor el cómputo empezaba con la S.E. 1. El déficitprovocado por el descuento de un día del último año de una centuria no se compensaba hasta el último año de un milenio; y había un déficit milenariode 4 horas, 46 minutos y 40 segundos. Esta adición se hizo en Númenor en los años 1000, 2000, 3000 de la S.E. Después de la Caída en 3319 de la S.E., los exiliados conservaron el sistema, perturbado luego por el comienzo de la Tercera Edad con una nueva numeración: 3442 S.E. se convirtió en 1 T.E. Al hacer del 4. T.E. un año bisiesto en lugar de 3 T.E. (3444 S.E.) se introdujo 1 año más breve de sólo 365 días, con lo que hubo un déficit de 5 horas, 48 minutos, 46 segundos. Las adiciones correspondientes al milenio se hicieron 441 años más tarde: en 1000T.E. (4441 S.E.) y 2000 (5441 S.E.). Para reducir los consiguientes errores y la acumulación de los déficit milenarios, Mardil el Senescal introdujo un calendario revisado que entraría en vigencia en 2060 T.E., después de una adición especial de 2 días a 2059 (5500 S.E.), y que concluía 5 1/2 milenios a partir del sistema Númenóreano. Pero esto dejaba inalterado un déficit de unas 8 horas. Hador añadió un día al año 2360, aunque la deficiencia no era de tanta magnitud. Luego ya no se hicieron más enmiendas. (En 3000 T.E. la amenaza de una guerra inminente fue causa de que se descuidaran estas cuestiones.) Al finalizar la Tercera Edad, al cabo de 660 años, el déficit no había alcanzado aún a un día.
El Calendario Revisado que introdujo Mardil se llamó el Cómputo de los Senescales y fue al fin adoptado por la mayor parte de los que hablaban la lengua Oestron, salvo los Hobbits. Los meses tenían todos 30 días y se introducían 2 días fuera de los meses: uno entre el tercero y el cuarto mes (marzo, abril) y otro entre el noveno y el décimo (septiembre, octubre). Esos 5 días fuera de los meses, yestarë, tuilérë, loëndë, yáviérëy mettarë, eran días festivos.
Los Hobbits eran gente apegada a las tradiciones, y siguieron utilizando el Cómputo de los Reyes, adaptado a las costumbres locales. Los meses tenían todos 30 días; pero había 3 días más de verano, llamados en la Comarca los Lithe o los días de Lithe, entre junio y julio. El último día del año y el primero del año siguiente se llamaban días de Yule. Los días de Yule y de Lithe quedaban excluidos de los meses, de modo que el 1 de enero era el segundo y no el primer día del año. Cada cuatro años, con excepción del último de la centuria 65, había cuatro días Lithe. Los días de Yule y de Lithe eran las festividades mayores y ocasiones de celebración. El día de Lithe adicional seguía al Día de Año Medio, de modo que el 184.º día de los años bisiestos se llamaba Sobrelithe, y se lo celebraba de una manera especial. En total el Yule incluía seis días: los últimos tres y los primeros tres de cada año.
La gente de la Comarca introdujo una pequeña i
En las notas que preceden, como también en la narración, he utilizado los nombres modernos de los meses y los días de la semana; designaciones, por supuesto, ajenas a los Eldar, los Dúnedain y los Hobbits. La traducción de los nombres Oestron me pareció esencial para evitar confusiones, y además las épocas del año a las que se refieren nuestros nombres son poco más o menos las mismas. No obstante, parece que se pretendía que el Día de Año Medio correspondiera al solsticio de verano. En ese caso las fechas de la Comarca estaban adelantadas en unos diez días, y nuestro Día de Año Nuevo correspondía aproximadamente al 9 de enero de la Comarca.
En el Oestron se conservaron los nombres Quenya de los meses como los nombres latinos que aún se utilizan en muchas lenguas modernas. Eran: Narvinyë, Nénimë, Súlimë, Víressë, Lótessë, Nárië, Cermië, Urimë, Yava
En esta nomenclatura, sin embargo, los Hobbits, tanto de la Comarca como de Bree, no utilizaban los nombres Oestron, y se atenían a las anticuadas denominaciones locales, que según parece habían tomado en la antigüedad de los Hombres de los valles del Anduin; sea como fuere, en Valle y en Rohan se encontraron nombres parecidos (cf. las notas acerca de las lenguas al final del volumen). Los Hobbits habían olvidado en general y desde hacía tiempo el significado de estos nombres, aun en los casos en que lo habían conocido; y en consecuencia la forma de algunas palabras era de origen oscuro: math, por ejemplo, terminación de algunas de esas palabras, era una alteración de mes.
Los nombres de la Comarca se encuentran en el Calendario. Puede observarse que Solmatha menudo se pronunciaba, y a veces se escribía, Somaz; Thrimidgecon frecuencia se escribía Thrimich(en forma arcaica Thrimilch); y Blotmathse pronunciaba Blodmazo Blommaz. En Bree los nombres diferían; eran: Frery, Solmath, Rethe, Chithing, Thrimidge, Lithe, los Días de Verano, Mede, Wedmath, Harvestmath[Cosechador], Wintring[Hibernal], Blootingy Yulemath. Frery, Chithingy Yulemathse utilizaban también en la Cuaderna del Este 67.
La semana Hobbit derivaba de la de los Dúnedain, y los nombres eran traducciones de los que se daban a los días en el viejo Reino del Norte, nombres que, a su vez, derivaban de los Eldar. La semana de seis días de los Eldar tenía días dedicados a —se llamaban de acuerdo con— las Estrellas, el Sol, la Luna, los Dos Árboles, los Cielos y los Valar o Poderes, en ese orden, y el último día era el principal de la semana. Los nombres en Quenya eran Elenya, Anarya, Isilya, Aldúya, Menelya, Valanya(o Tárion); los nombres en Sindarin eran Orgilion, Oranor, Orithil, Orgaladhad, Ormenel, Orbelain(o Rodyn).
Los Númenóreanos retuvieron las dedicatorias y el orden, pero alteraron el cuarto día, Aldëa (Orgaladh), refiriéndolo al Árbol Blanco, del que según se creía descendía Nimloth, que crecía en el Patio del Rey en Númenor. Además, como deseaban tener un séptimo día y eran además grandes marinos, insertaron un «día del Mar», Eärenya (Oraearon), después del Día de los Cielos.
Los Hobbits adoptaron esta disposición, pero el significado de los nombres traducidos no tardó en olvidarse o no se lo tuvo en cuenta, y las formas quedaron muy reducidas, especialmente en la pronunciación cotidiana. La primera traducción de los nombres Númenóreanos se llevó a cabo por lo menos dos mil años antes del fin de la Tercera Edad, cuando la semana de los Dúnedain (el cómputo más tempranamente adoptado por pueblos extranjeros) fue adoptado por los Hombres del Norte. En cuanto a los nombres de los meses, los Hobbits adoptaron estas traducciones, aunque en otras zonas del Oestron se utilizaron los nombres Quenya.