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El Ultramarshal apartó de una patada al lagarto cubierto de granos y su emisor hiperplásmico incluso lanzó un rayo chisporroteante que aniquiló a la repugnante criatura. Entonces Eroros, ocultando la ironía, dijo:</p>

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Sí, el Emperador es bueno. Estoy seguro de que tendrá en cuenta las circunstancias de nuestra rendición. No temas, todavía encontraremos una manera de asestar el golpe mortal al enemigo.</p>

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“Mejor morir que ser traicionado por la inacción”. Tal vez los ataquemos mientras haya conmoción. – Ofreció ojos centelleantes joven oficial.</p>

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- No es realista, tenemos todas las comunicaciones bloqueadas. ¡Basta de explicaciones, solo sigue las órdenes de los comandantes! Eroros gritó severamente.</p>

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- ¡Absolutamente! - El oficial saludó, se dio la vuelta y vzdetel.</p>

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- Si quieres sobrevivir y salvar a las personas, ¡confía en mí! Siempre seré fiel a mi patria imperial.</p>

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El ultramariscal comenzó a dar órdenes nuevamente, si había una batalla estelar, era necesario al menos para salvar la capital. Y los terrícolas aún se reproducirán. Durante la invasión, el 90% de la humanidad fue destruida, y ahora hay más que durante el ataque. Si mil de 40 mil millones sobreviven, nuevamente 40 mil millones lo serán en 300-400 años. A esta edad relativamente joven para un Stalzan, ciertamente tendría i

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Y aquí está Fagiram. Su cara negra y sudorosa tiembla ligeramente.</p>

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- Eres un poco gracioso. ¿Quizás esto es una provocación de tu gente?</p>

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- ¡Quásar, no te lo tragarás! Ninguno de mi pueblo intercederá por los nativos. Eroros dijo en un tono confiado con ojos brillantes.</p>

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- ¡Sí! Y recuerdo cómo salvaste de la pena de muerte al llamado niño estrella que dejó lisiado para siempre al hijo de un consejero de estado. No fue conmigo, de lo contrario habría violado su orden. ¿Qué es esta extraña suavidad? – Fagiram le dio a su fisonomía más repugnante una expresión sospechosa.</p>

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- Había razones para eso. - Solo interrumpió, dejando saber a su gente que no hablará de este tema Eroros. - Y, en general, ¿por qué molestaste a estos sinvergüenzas, recogidos de todos los vertederos universales?</p>

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- Este estúpido gobierno local fue demasiado lejos. Ensayaron una reunión con el emperador. Si tan solo supieras lo tontos que son estos terrícolas. - El gobernador hinchó las mejillas, torciendo el dedo en la sien.</p>





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El ultramarshal respondió lógicamente:</p>

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- ¡La estupidez de un esclavo es una ventaja, pero la mente es una desventaja! Mirando hacia atrás, agregó. - Gerlok donde? ¿Tomó medidas de defensa de emergencia?</p>

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“También he dado las órdenes necesarias, en la medida en que los recursos lo permiten. Estamos listos para defender. Le instruyo, alguacil, que inicie negociaciones. - Inesperadamente, Fagiram mejoró.</p>

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- En primer lugar, ultramarshal, y en segundo lugar, es mejor que lo hagas tú. Los invitaste aquí, te conocen mejor, especialmente Sinhis. ¿Cuánto tiempo llevas programándolos? Eroros entrecerró los ojos con desconfianza.</p>

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- ¡Bueno! Ya que eres tan cobarde, me ocuparé de ellos yo mismo.</p>

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Dejando la pregunta sin respuesta, el mariscal-gobernador despegó como una rata de una casa en llamas y corrió hacia la nave estelar. Sin embargo, mientras los Sinhis aún conservaban una apariencia de disciplina, el resto de los Star Vultures entraron en un estado de trance histérico. La nave estelar de Fagiram fue atacada tan pronto como abandonó la atmósfera del planeta Tierra. Afortunadamente, o tal vez desafortunadamente (¡sería mejor que el bastardo muriera!), estos eran solo pequeños luchadores. Habiendo recibido daños, el barco quedó bajo la protección de la flota de Singh. Los violentos filibusteros espaciales, habiendo perdido a varios de sus principales jefes, estaban decididos a atacar el planeta. Sin embargo, las naves estelares de la Constelación Dorada bloquearon el camino a su territorio legítimo. Los sinhas eran mucho más fuertes que un grupo de piratas y mercenarios de todo tipo. Su flota estaba mucho mejor armada, en cuanto a los escuadrones de otros mundos, dudaron. Corsarios y bandidos gritaban, amenazaban en todos los idiomas, vertiéndose malas palabras en todos los rangos. Pero no se atrevieron a ir a la batalla. Estaba claro que cualquier depósito de chatarra destruiría la gran mayoría de las naves espaciales junto con sus pasajeros.</p>

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Ambos lados se congelaron en suspenso, millones de naves estelares listas para desatar quintillones de vatios de energía letal en cualquier momento.</p>

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Animales gallardos se congelaron en el cielo del espacio,</p>

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¡Aunque parece haber algún tipo de mente!</p>

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Pero el poder de la tecnología va a fines malvados,</p>

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¡El engaño tendrá prioridad, no el honor!</p>

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