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Se indica brevemente, a continuación, los sectores en los que existe mayor desigualdad salarial en España:

El primer puesto se lo llevan las entidades financieras y aseguradoras, donde las mujeres cobran 16.361€ menos que los hombres.

El segundo puesto está en el sector de las comunicaciones e información, cobrando 7.680€ menos.

Le seguirían el sector del comercio, el transporte y las reparaciones, cobrando 6.470€.

Las leyes en España prohíben que a un hombre se le pague más que a una mujer cuando desempeñan el mismo puesto de trabajo, con la misma responsabilidad y tareas, sin embargo, los datos estadísticos no lo avalan así.

Salud

Esta brecha analiza la esperanza de vida, los servicios de salud sexual y reproductiva, el acceso los servicios de salud, entre otros.

Educación

Esta brecha mide los niveles básicos y los niveles superiores de educación, que tienen las mujeres en los países donde se puede medir. También el acceso a las nuevas tecnologías y la brecha digital.

Política

Esta brecha mide la diferencia en que hombres y mujeres están representados en las organizaciones de la sociedad, en el ámbito político e internacional.

De estas brechas se obtiene la conclusión, de que las mujeres representan solo el 26,1% de los cargos políticos en el mundo. En España ganan un 20% menos que los hombres, tienen mayor dificultad para acceder a contratos de jornada completa o contratos indefinidos. La presencia en puestos directivos en el Ibex 35 es solo del 6,1%.

1.1. Género en el sistema financiero de Chile

Os voy a poner un ejemplo del techo de cristal, un país como Chile, puesto que, en España, aunque tenemos diferencias no existe una brecha tan acusada cómo en ese país.

Me ha inspirado a escribir sobre ello una mujer, por su labor día a día, por su lucha en la equidad de género: Je

Voy a seguir trabajando para que las cosas a mi alrededor vayan mejor, pero he de dar las gracias a todas las personas que con anterioridad, han logrado que lleguemos hasta aquí y tengamos menos brechas de género en mi país. Por eso, al hablar con Je

Algo tan simple como un crédito personal bancario, que a la mujer le saliera más caro que al hombre en Chile, o simplemente, que fuera mucho más complicado que te llegaran a darlo para comprarte un piso, y que por ser mujer no te concedieran una hipoteca (que casi era una odisea conseguirla).

A veces estamos tan acostumbrados, que tenemos que pararnos a ver que, simplemente, hay otras compañeras, que están luchando por cosas que para nosotras son tan naturales y no les damos valor.

Se trabaja firmemente en crear una nueva sociedad equitativa, en la que muchas personas a día de hoy, ya están totalmente implicadas en que nuestra juventud crezca, pueda trabajar sin la diferencia de ninguna etiqueta, solo por sus capacidades y logros. Como por citar ejemplos, la asociación Mujeres Líderes de América, la Fundación Ciencias de la Documentación y el Club Impulso.

La responsabilidad de crear un mundo mejor e igualitario, es responsabilidad de cada uno de nosotros, colaborando en la medida que podamos, aprendiendo a escuchar, ver lo que sucede en los demás países y también pedir ayuda cuando la necesitamos.

Lo único que hacía falta es que tomáramos conciencia de que aprendiéramos a querernos.



Durante mucho tiempo lo que nos había faltado eran dos cosas muy importantes: organizarnos y aprender a querernos.

Todas y cada una de nosotras ahora lo que hacemos (echando una mirada atrás), es coger la fuerza que nos han dado nuestros antepasados, hablando entre nosotras, trasladando el mensaje de todo lo que hemos conseguido.

Es a dónde estamos llegando, a un mundo mejor sin faltar a nadie y sin violencia.

Os doy unos datos poniendo como ejemplo a Chile, haciendo una referencia al informe que emite la “comisión para el mercado financiero de Chile” (cmf), sobre “género en el sistema financiero” en su decimonovena versión de noviembre 2020 (6).

La superintendencia de bancos e instituciones financieras de Chile (sbif), efectúa desde principios de los años 2000 estadísticas de acceso y uso de servicios financieros, explicando acerca del impacto de género en su sistema de información institucional.

La comisión para el mercado financiero (cmf) asume las funciones de supervisor bancario, para satisfacer los requerimientos de información asociados a la implantación de políticas públicas en materia de equidad de género.

Respecto al Sector bancario y la deuda bancaria, las mujeres adquieren los créditos hipotecarios para la adquisición, construcción o mejoramiento de las viviendas.

Aunque existe una diferencia de solo 1 punto a la hora del acceso a productos de crédito, el monto total del crédito acumulado es en las mujeres de 40 puntos menor que el acumulado por los hombres.

En el tema de morosidad y protestos de cheques. Las mujeres tienen menor morosidad que los hombres. Los indicadores de morosidad de la cartera crediticia evidencian que las mujeres han mantenido un mejor comportamiento de pago.

El nivel de endeudamiento en hombres del período 2015-2019, es superior a las mujeres. El indicador de carga financiera y apalancamiento de hombres es del 20.9% y 4.4% veces supera a las mujeres en 19.1% y 3.2% veces.

Respecto a cooperativas de ahorro y crédito (cacs), piden más las mujeres, siendo su participación societaria de 8 puntos superior al de los hombres.

En los créditos asociados a agentes administradores de mutuos hipotecarios endosables, podemos decir que las brechas de género existen, pero han disminuido en el periodo observable (2004-2019).

Según la información reflejada en el foro económico mundial, la brecha de género se cierra lentamente situando a Chile, según el ranking global, en el país 57 del lugar 63 a lo largo de los últimos años (2017 – 2019).

La participación política y económica de la mujer es todavía muy escasa en Chile. Dónde mayor desigualdad existe, es en el desempeño en “igualdad de salarios por género para trabajos similares” ocupando el lugar 126 del ranking global.

Durante los últimos 14 años el país no ha mejorado su posición relativa dentro del ranking de brechas económicas de género (aunque se vaya avanzando en los últimos años), persiste la brecha de género en materia económica en Chile.

Para resumir, comentar que, aunque las mujeres tengan acceso al crédito, se encarece más su deuda en un 15% con productos derivados del crédito, tales como los seguros, mutuas de salud, etc. O simplemente, es difícil que te den la facilidad para tener el derecho a ser dueña de tu propia vivienda, algo básico para sentirte en igualdad de condiciones.

Y ello, a pesar de que se ha demostrado en cifras que las mujeres, tienen menor morosidad y un mejor comportamiento en el pago de sus deudas.

En general, la brecha de género debería disminuir, dado que ahora cada vez se integra más a las mujeres en altos cargos directivos, como un recurso de enorme valor en las empresas, especialmente en el sector bancario.

1.2. Artículo sobre “Impuesto rosa – pink tax” en Chile