Добавить в цитаты Настройки чтения

Страница 4 из 51

—¿Sabes quiénes son los jueces?

—Como en un juicio. Tienen todos los archivos, todos los datos y todo eso. Y te pueden mandar al hospital.

—Un juicio civil, Ari. Es distinto de un juicio criminal. No te mandan al hospital, pero dicen cómo son las cosas y quién es dueño de qué. Entablamos un juicio en la Corte Suprema, en Novgorod, para que esta gente no pueda llevarse nada de lo que te pertenece. No pueden hacerlo, ¿entiendes?, si alguien es dueño de todo esto, si alguien realmente es el dueño. Lo que pasa es que la gente no sabe que existes. Tienes que aparecer en ese juicio y probar que eres Ari y que tienes derecho al número de CIUD de Ari.

—¡Eso es una estupidez!

—¿Cómo van a saber que no eres una niña disfrazada que está mintiendo?

—¡Yo sé quién soy!

—¿Cómo se lo probarás a gente que no te ha visto nunca?

Ella se sentó, tratando de pensar. Temblaba de arriba abajo.

—Tú tienes que decírselo.

—Me dirán que miento. Podemos mandar los archivos genéticos, eso puede probarlo sin duda alguna. Pero todavía pueden decir que ¡o sacamos del laboratorio porque tenemos el grupo genético de Ari ahí, porque tú naciste en el laboratorio. Podrían decir que no hay ninguna niña viva que tenga derecho a nada. Eso es lo que puede pasar. Por eso tienes que ir y entrar en ese juicio y decir a los jueces que ésos son tus datos genéticos y que tú eres tú, Ariane Emory, y que eres la dueña de todo lo que el Concejo quiere llevarse.

Ella miró a la derecha, a Florian y Catlin, las dos caras pálidas, muy azi. Y de nuevo al tío Denys.

—¿Podrían llevarse a Florian y a Catlin?

—Si no existes, no puedes tener un contrato, ¿verdad?

—¡Eso es una estupidez, tío Denys! ¡Son todos unos estúpidos!

—Tienes que probarlo, eso es todo. Hubiera querido ahorrarte esto hasta que te hubieras recuperado un poco, pero no hay tiempo. Esa gente se está moviendo muy rápido y van a aprobar una ley en el Concejo para llevarse todo lo que tienes, porque no saben que estás aquí. Tienes que ir a Novgorod y asegurar a los jueces que te pertenece realmente y que no pueden hacer eso.

—¿Cuándo?

—Dentro de unos días. Unos pocos días. Y hay más, Ari. Como fuiste un secreto, tus enemigos tampoco conocían tu existencia. Si vas a Novgorod, lo sabrán. Y a partir de entonces estarás en un auténtico peligro. La mayoría de ellos te demandarán ante el jurado y tratarán de quedarse con lo que tienes, son esa clase de enemigos; pero algunos te matarían si pudieran. Incluso ahora, que eres apenas una niña. Son ese tipo de enemigo.

—Ser —intervino Catlin—, ¿quiénes?

—Un hombre llamado Rocher, por ejemplo. Y unos pocos locos que no conocemos. Ojalá los conociéramos. Si Ari va a Novgorod, tendrá mucha Seguridad alrededor. Armada. Ellos pueden detener eso. Pero vosotros tenéis que estar alerta, tenéis que andar con cien ojos, y por el amor de Dios, dejad todas las maniobras al personal de Seguridad, los dos. Ocupaos de proteger a Ari y solamente eso.

—¿Tendremos armas, ser?

—No creo que Novgorod lo entendiera. No. Pero proteged a Ari. Vigilad. Que esté a salvo. Eso es todo. Ari respiró hondo.

—¿Qué se supone que debo hacer yo?

—Tú tienes que hablar ante los jueces. Vas al juicio, contestas a sus preguntas sobre cuándo naciste y dónde, y cómo te llamas, y cuál es tu número. El tío Giraud estará contigo. Giraud sabe cómo hacerles frente.

Ella sintió frío y de repente las fuerzas la abandonaron.

—¡No quiero a Giraud! Quiero que vengas tú.

—Querida, el tío Giraud sabe cómo manejar estos asuntos. Les va a mostrar los informes y entonces te creerán. Quizá tomen una muestra celular pequeña. Eso tal vez te escueza un poco, pero tú eres valiente y no te va a importar. Ya sabes para qué es. Probará que no mientes. Todos han visto fotografías de Ariane Emory, no vas a tener problemas con eso. Pero tendrás que enfrentarte a otra gente. Gente que no será del jurado. Periodistas. Gente de las noticias. Estarán por todas partes. Pero eres pequeña y no pueden ser malos contigo, mejor será que se cuiden o tu tío Giraud sabrá exactamente qué hacer con ellos.

Ella nunca había creído que llegaría el momento en que estaría contenta de tener cerca al tío Giraud. Pero el tío Denys tenía razón ,el tío Giraud sabía cómo manejar eso.

Si es que no estaba con el Enemigo desde el principio. Las cosas se complicaban cada vez más.

—¿Seguro que vienen Florian y Catlin?

—Sí.

—Los jueces no se los pueden llevar, ¿verdad?

—Mira, querida, la ley puede hacer cualquier cosa, pero no se van a llevar lo que te pertenece. Tienes que probar que eres tú, eso es todo. Ese es el propósito de tu viaje, y si no lo consigues, nada estará seguro, ni siquiera aquí.

Así que Ari se sentó en el asiento de cuero del RESEUNE UNO, un asiento tan grande que los pies casi no le llegaban al suelo; y Florian y Catlin se sentaron en dos asientos frente a ella y se turnaron para mirar por la ventanilla porque sólo ella tenía una justo enfrente, con todo aquel paisaje salvaje rodeándolos hasta perderse de vista.

Aterrizarían en Novgorod, en el aeropuerto, pero antes de eso iban a ver la ciudad desde el aire; verían el puerto espacial, y el Salón del Estado, y los muelles donde amarraban las barcazas que pasaban frente a Reseune por el Novaya Volga. Iban a ver la Bahía Swigart y el Océano.

El piloto les explicaba todo el rato dónde estaban y lo que veían, que en ese momento era la Gran Hondonada Oeste, una mancha marrón en los mapas y un lugar marrón desde el aire, con un lago en el centro. Ari podía hablar al piloto si apretaba un botón que tenían en el asiento.

—Vamos a llegar a la Cadena Kaukash, a la derecha —informó el piloto.

La dejaron ir en la cabina durante un ratito. Vio lo que veían el piloto y el copiloto cuando seguían el Novaya Volga.

El piloto le preguntó si le gustaba volar. Ella dijo que sí y el piloto le explicó lo que eran muchos de los controles, y le enseñó cómo se enderezaba y se dirigía el avión, y lo que hacían los ordenadores.

Eso fue lo mejor que le había pasado en muchos días. Hizo que el piloto enseñara todo aquello a Florian y a Catlin hasta que el tío Giraud le indicó que se sentara y estudiara sus papeles y que dejara al piloto conducir el avión en paz. El piloto le había hecho un guiño y le había aconsejado que se fuera, que estaban rebosando el vaso del tío Giraud.

Más que nada deseaba que ya se hubiera terminado el asunto del juicio y de los periodistas, y que pudieran hacer las cosas que el tío Denys le había prometido que iban a hacer en Novgorod. Eso sería divertido. Iba a tener su cumpleaños en Novgorod. Quería pasar todo lo demás y llegar a esa parte.

Y sobre todo la preocupaba pensar en lo que pasaría si el tío Denys estaba equivocado.

O si el tío Giraud no lograba probar quién era ella.

El jurado no podía cometer errores, le había repetido el tío Denys hasta la saciedad. No con los análisis que tenían y la ley en la mano; no podían llevarse lo que pertenecía a alguien sin un juicio, e iba a ser muy difícil hacer un juicio contra una niña pequeña. Especialmente porque Giraud tenía muchos amigos en el Departamento de Defensa, amigos que harían que todo quedara clasificado.

Eso quería decir Secreto.

Los periodistas van a ser peores que el jurado,había dicho el tío Denys. Los periodistas van a sacar fotos de la primera Ari. Tienes que estar preparada. Hablarán de una niña que nació en Reseune hace mucho tiempo, una R de Estelle Bok. No salió bien. Tú ya has pasado por los problemas de esa niña y estás bien. Si dicen que eres como esa niña, querrá decir que se están portando muy mal contigo y puedes contestarles que tú eres tú, y que si lo dudan pueden esperar y ver cómo vas a ser cuando seas mayor. No dudo que vas a poder hacer lo que te digo. No tienes que ser amable si los periodistas se muestran desagradables, pero puedes conseguir mucho más si actúas como una niña buena y educada.