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INTRODUCCION
Don Juan definió el conocimiento silencioso como un estado de la conciencia humana en el que todo lo que es pertinente al hombre es instantáneamente revelado, no a la mente o al intelecto, sino al ser total. Explicó que existe una banda de energía en el universo que los chamanes llaman
Don Juan me aseguró que el preludio al conocimiento silencioso es un estado de la percepción humana que los chamanes llaman
No importa cuánto se esforzó don Juan por hacerme comprender sus definiciones y explicaciones sobre el conocimiento silencioso, éstas permanecieron siempre oscuras, misteriosas, inescrutables. En su esfuerzo por aclarar aún más este punto, don Juan me dio una serie de ejemplos concretos del conocimiento silencioso. El que más me gustó, debido a su alcance y a su pertinencia, es algo que él llamaba
En su búsqueda continua por encontrar soluciones y respuestas, a sus indagaciones, los chamanes del México antiguo descubrieron que cuando se alcanza el silencio interno, la conciencia del hombre puede dar fácilmente un salto a la percepción directa de la energía reflejada en cualquier horizonte dado. Ellos usaban el cielo como horizonte, así como las montañas o, en un espacio más reducido, las paredes de sus moradas. Eran capaces de
Esos chamanes aseguraban que, en un momento dado, ese manchón de color granada explotaba y se convertía en imágenes que ellos
Don Juan creía que en mi caso era más apropiado considerar leer el infinito en lugar de verlo, ya que yo era dado a leer con la misma pasión, sino es que con más, que lo que los chamanes del México antiguo eran dados a ver. Don Juan dejó perfectamente claro que ser un lector del infinito no quiere decir leer energía como si uno leyera un periódico, sino que las palabras se formulan con toda claridad a medida que uno las lee, como si una palabra llevara a otra, formando conceptos totales que se manifiestan y luego se desvanecen. El arte de los chamanes es tener la habilidad de reunir y preservar estaos conceptos antes de que se olviden al ser reemplazados con nuevas palabras, con los conceptos nuevos de un flujo interminable.
Don Juan continuó explicando que los chamanes que vivieron en México en tiempos remotos, y que establecieron su linaje, fueron capaces de alcanzar el conocimiento silencioso después de haber entrado en su matriz: el silencio interno. Dijo que el silencio interno era un logro de tan tremenda importancia, que lo consideraban la condición esencial del chamanismo.
Don Juan puso tal énfasis en este silencio, que mi ambición era alcanzarlo. Quería llegar al silencio interno de inmediato. Sentía que no tenía un solo instante que perder. Cuando le pedí a don Juan que me diera una explicación concisa de los procedimientos a seguir, se rió de mí.
– Aventurarse en el mundo de los chamanes -dijo-, no es como aprender a manejar un automóvil. Uno necesita manuales e instrucciones para manejar un auto. Para alcanzar el silencio interno uno necesita
– Pero, ¿cómo puedo
– La única manera en que puedes
Una de las cosas más difíciles de aceptar, para el hombre de hoy en día, es la ausencia de procedimientos. En la actualidad, el ser humano parece estar bajo el poder de manuales, prácticas, métodos, pasos a seguir. El hombre de hoy en día toma notas incesantemente, hace diagramas, está profundamente involucrado en "saber cómo". Pero en el mundo de los chamanes, dijo don Juan, los procedimientos y los rituales son meros instrumentos para atraer y enfocar la atención. Son artificios que se usan para forzar el enfoque de nuestro interés y determinación. No tienen ningún otro valor.
Don Juan creía que al hombre moderno le encantan las palabras, como si retuviese un sentimiento que ha sobrevivido hasta hoy de lo significativo que fue para él hablar por primera vez. Esto parece explicar su intenso énfasis en la palabra. Las encantaciones verbales parecen ser un retroceso a ese estado de enamoramiento con las palabras. Los chamanes creen que una larga serie de palabras, dichas en voz alta, debe haber ejercido un poder mesmérico.
Debido a la fuerza de sus prácticas y sus metas, los chamanes refutan el poder de la palabra. Se definen a sí mismos como
En el curso del tiempo que pasé con don Juan Matus aprendí, sin embargo, una cosa con relación a los procedimientos y los métodos. Si existe algo que los seres humanos necesitan para poder alcanzar el conocimiento silencioso, es reforzar su bienestar, su claridad, su determinación. Para poder
De acuerdo con don Juan, los chamanes del México antiguo pusieron un enorme énfasis en la destreza física y el bienestar mental y este mismo énfasis prevalece en los chamanes de hoy en día. Fui capaz de corroborar la verdad de sus aseveraciones al observar a e Juan y a sus quince compañeros chamanes. Su soberbio estado de balance físico y mental era uno de los rasgos más obvios en ellos.
La respuesta que don Juan me dio cuando le pregunté directamente por qué los chamanes ponen tanto énfasis en el lado físico del hombre, me sorprendió sobremanera. En aquellos años creía en el lado espiritual del hombre, un lado acerca de cuya existencia podía no estar completamente convencido, pero por lo menos, estaba inclinado a considerarlo como una posibilidad. Para mí, don Juan, era un ser espiritual. -Los chamanes no son en absoluto espirituales -dijo-. Son seres sumamente prácticos. Sin embargo, es un hecho bien conocido que los chamanes, o los brujos, como les llaman, son generalmente considerados excéntricos o aun locos. Quizá eso sea lo que te hace pensar que son espirituales. Parecen locos porque siempre están tratando de explicar cosas que son inexplicables. Al tratar de hacer esto pierden toda coherencia y dicen insensateces que, si se examinan desde el punto de vista de los chamanes, no son en absoluto insensateces, sino tentativas fútiles de dar explicaciones completas que no pueden completarse bajo ninguna circunstancia.
Don Juan me dijo que esos chamanes del México antiguo descubrieron y desarrollaron un gran número de procedimientos para alcanzar bienestar físico y mental, procedimientos que llamaron pases mágicos. También comentó que el efecto de los pases mágicos fue tan abrumador para ellos, que los pases se convirtieron, a través del tiempo, en uno de los componentes más importantes en sus vidas. Don Juan explicó que, dado como eran a comportamientos rituales, esos chamanes ocultaron rápidamente los pases mágicos en medio de ritos, y velaron el acto de enseñarlos o practicarlos en gran sigilo. Me aseguró que estos rituales eran totalmente absurdos, pero que cuanto más idiotas, más grande era su capacidad de ocultar algo de tan tremendo valor.