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Auge Y Colapso De Imperios-1

¿Para qué está haciendo Rocky?

Stalzanka, que disfrutaba del miedo y ya imaginaba mentalmente los diversos tipos de torturas a las que quería someter al apuesto muchacho, desconcertada por la inesperada pregunta, soltó mecánicamente:

- ¡Mató al stalzan!

Los ojos de Vladimir se iluminaron de alegría.

- ¡Para que te maten! Y yo...

Una fuerte bofetada en la cara interrumpió sus palabras. El capataz recuperó:

- No, por supuesto, él personalmente no mató, de lo contrario no viviría. Pero lideró una sección de jóvenes guerrilleros que pudieron atacar y matar a uno de los nuestros. Los heridos no cuentan, se recuperaron rápidamente. Por un stalzan, matamos al menos a un millón de personas... Rocky sigue vivo, pero Zorg se irá y lo torturarán tanto que hasta olvidará su nombre del dolor...

La voz del robot (y por qué el auto, hay tanta autoridad en prisión) interrumpió el stalzanka:

- Es hora de alimentar al primate...

El capataz empujó bruscamente a Tigrov sobre la litera y se dio la vuelta. Mostró su puño hacia arriba

- Te llegaré lata... - Le lanzó una mirada despectiva al chico. - Alimenta a sus tontos electrónicos como otros presos.

Se escuchó un crujido. Como una víbora, una especie de manguera se arrastró desde el piso, otra voz delgada dijo:

- Siéntate derecho y toma calorías.

Tigers se sentó obedientemente y extendió sus manos hacia este baúl corrugado. De repente saltó, el extremo se expandió como la capucha de una cobra y cubrió por completo la cara del niño. Las fosas nasales apretadas, no había nada para respirar. Vladimir tosió convulsivamente, un tubo duro entró en su boca, reposó contra el cielo. En vano, el niño trató de arrancarlo, el material de la serpiente hecha por el hombre era más fuerte que el titanio. Se derramó en mi boca, algo como gelatina, pero terriblemente insípido, casi repugnante... Para no atragantarme, tuve que tragar. Mi garganta cosquilleaba desagradablemente, pero había una sensación de saciedad en mi estómago vacío. Sin embargo, la alimentación fue breve, la máscara no estaba y la manguera misma se retiró rápidamente debajo del piso.

Tigres cayó exhausto sobre la litera, se repostó como un coche, llenando el tanque-estómago, pero finalmente devastando el alma. Ahora es un prisionero... El planeta está ocupado... Y tú solo puedes yacer así, impotente, estirando las piernas. ¿Se puede dormir para olvidar de una pesadilla en un sueño?

Pero ni siquiera esto le fue dado. Ya habían aparecido dos señoras, una vieja conocida y otra, menos maciza, y exterior, más juvenil con cara de niña regordeta. La joven le guiñó un ojo a Tigrov:

- Tienes suerte... Quizás no seas torturado.

Después de estas palabras, Vladimir casi se sintió enfermo. El muchacho palideció, pero aun así encontró fuerzas para levantarse y seguir con las piernas temblorosas, de miedo, tras los carceleros. Pero adónde iría, porque el capataz principal le echó un lazo de verdad al cuello. Pero los stalzanki se comportaron bastante bien, simplemente dijeron:

- ¡Síguenos, y será cuásar!

Los condujeron, el paso de los carceleros de más de dos metros era ancho. Vladimir tuvo que correr literalmente para mantenerse al día con ellos. Pero nada, el cuerpo obedece, no hay debilidad. El piso es liso con los pies, un poco cálido, descalzo no es nada difícil. Pero de todos modos, cuando tuvo que subir los empinados escalones, Tigrov se lastimó dos veces los dedos de los pies. Incluso sorprendió al chico por qué una civilización tan técnicamente desarrollada en este edificio no usa ascensores. Y luego corres así a lo largo de cientos de escalones empinados con esquinas puntiagudas, incluso su cuerpo ligero y fuerte comienza a vencer la fatiga. Las pantorrillas son especialmente dolorosas. Y la escalada se prolonga, los stalzanki corren cada vez más rápido y el niño se queda atrás, la soga alrededor de su cuello se aprieta ... Nuevamente te atrapas el dedo gordo del pie, los rocíos escarlatas de sangre, esparcidos, permanecen arándanos rojos de un campo de acero oscuro .... El carcelero más joven se detiene por un momento, levanta a Vladimir y se lo echa al hombro. Su forma es suave como el terciopelo, pero sigue siendo incómodo para descansar contra el estómago. Tiger siente una mano en su espalda y unas uñas largas y afiladas. Afortunadamente, la niña aparentemente no es una sádica, sostiene suavemente, incluso acaricia...

Vladimir ya era un adolescente antes de mudarse, por supuesto, pensaba en chicas, incluso trató de tejer romances ligeros. Guapo, atlético, excelente estudiante y activista, no fue ignorado por la mitad débil de la humanidad. Pero ahora el reloj biológico ha dado marcha atrás, y el cuerpo aún no ha experimentado una necesidad física, y puramente emocionalmente no estaba a la altura. La perspectiva del interrogatorio de la nación de súper sádicos por parte de los stalzans asustó, probablemente, también a Malchish-Kibalchish. Sobre todo en la famosa película, que después de la tortura ni siquiera le pintaron un moretón en la cara.... Pero por qué, realmente se levantan de una forma tan arcaica... ¿Están entrenando, o qué? ¿O tal vez el sabotaje de los partisanos arruinó todos los ascensores? Ante este pensamiento, Tigrov se sintió mejor. También Stalzanka, aparentemente cansada de correr, comenzó a hacerle cosquillas a Vladimir en el talón todavía bastante tierno, no áspero de andar descalzo.

Al principio provocó risas, luego se convirtió en una especie de tortura, hasta los ojos del chico comenzaron a lagrimear. Pero finalmente, terminaron en el compartimento superior, donde las paredes blancas habituales del sector de la prisión fueron reemplazadas por el lujo de Bonishche. Todo es hermoso, como en el Hermitage, y también hay muchos espejos. El joven stalzan se quitó a Tigrov y comenzó a alisar su cabello y hacer muecas en el espejo. Durante la caída, Vladimir se lastimó levemente la rodilla y el pie izquierdo, rascado con una uña afilada, le picó mucho. Sin embargo, de repente sintió la fuerza de su alma para erguirse y levantar la cabeza más alto. - Es necesario y demostrará la firmeza de la Guardia Joven durante el interrogatorio fascista. ¡También demostrará que el niño del siglo XXI no es inferior a sus compañeros del siglo XX! El capataz mayor lo empujó enojado por la espalda e inmediatamente lo sujetó para que la joven prisionera no volara hacia adelante, sus uñas se clavaron en la piel y salió sangre. Vladimir, tambaleándose, trató de reírse: