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El coronel Igor Rodionov, comandante del destacamento especial de élite de las fuerzas especiales colaborativas "Alfa-stealth", caminaba por la plaza Anzh-Katuna con paso rápido y elástico. Érase una vez, la Plaza Roja de Moscú se encontraba en este lugar. La capital del imperio ruso más poderoso, extenso, poderoso y rico en la tierra fue borrada de la faz de la Tierra por el primer golpe de misiles de aniquilación. En su lugar había ahora un enorme pueblo en ruinas. En los viejos tiempos, el mundo entero temblaba, mirando los formidables muros del Kremlin. El poder es el más fuerte de los más fuertes: el Gran Imperio dominó el planeta, aplastando a los Estados Unidos de Armetiki y Sitai con su poder, descartando a estos países de las posiciones de líderes mundiales. Y ahora... ¿Dónde está ese antiguo poder, historia medio olvidada? En el sitio de la capital, solo cabañas y no más de una docena de casas en ruinas de varios pisos. La humanidad aún no estaba unida, pero el papel de Rusia como líder mundial y superpotencia asomaba cada vez más claramente a lo largo de la creciente sinusoide. Experimentando numerosos altibajos, el Imperio Ruso recuperó el control de todo el territorio de la URSS. La severa crisis energética que ha sumido al planeta Tierra ha hecho posible acumular dinero y recursos para una mayor expansión. Aprovechando el hecho de que el ejército de los EE. UU. estaba empantanado en una guerra prolongada con el mundo islámico, las tropas del fortalecido imperio ruso ayudaron a los árabes primero a expulsar a los armeticanos del golfo Tersid y luego, con el pretexto de luchar contra el terrorismo, el ejército ruso tomó el control de todos los yacimientos petrolíferos de esta región. Como resultado, todos los países, desde Ilgira hasta Andia, se mantuvieron unidos bajo el estricto patrocinio del nuevo gran imperio. Sitai se vio obligado a aceptar el papel de socio militar menor de Rusia. La economía estadounidense ha caído en un estado de colapso. A escondidas, lograron recuperar el control sobre Alaska, aplastar a la decrépita y no demasiado necesitada Veropa. Es cierto que en los últimos años, antes de la agresión estelar, los armeticanos restauraron parcialmente su poder, apoyándose en las nuevas tecnologías. Las cosas se fueron a la guerra, pero los últimos desarrollos militares dieron todas las posibilidades para la victoria de Rusia y el bloque del Este. La dominación mundial estaba al alcance de la mano. Pero ahora es pisoteado por una bota blindada con suelas magnéticas.</p>
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El coronel era de nacionalidad rusa y conocía muy bien la historia de su planeta. Los Stalzan tenían trillones de mundos bajo su control, su superioridad tecnológica hacía que cualquier rebelión fuera inútil y suicida. Si hubiera la más mínima posibilidad de victoria, Rodionov, sin dudarlo, comenzaría a luchar por la independencia y la libertad de su planeta. Pero el mosquito no puede penetrar la armadura del tanque y, apretando los dientes, se sometió a los odiados invasores. Entonces al menos puede hacer algo por su gente.</p>
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Los Stalzans decidieron restaurar el Kremlin. Sin saber cómo era esta ciudadela antes de la invasión espacial, el gobernador estableció parámetros completamente absurdos para la estructura que se estaba construyendo. Dado que Moscú era la ciudad número 1, es mejor reconstruir este símbolo legendario. Después del impacto cósmico, no quedó ni un solo edificio intacto en Moscú, y las estructuras subterráneas fueron aplastadas por una onda explosiva similar a un terremoto con una potencia de doce puntos. Basado en leyendas muy exageradas, el Kremlin fue construido casi diez veces más grande.</p>
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Inicialmente, Fagiram Sham incluso quería construir torres del tamaño de las montañas del Himalaya, y los asesores apenas lograron disuadirlo, refiriéndose al hecho de que simplemente no tendrían tiempo para hacer frente a la llegada de un invitado peligroso. En la construcción participaron tanto obreros como numerosos equipos. Las personas fueron redondeadas en millones de dólares. No había suficientes cuarteles para todos. La mayoría pasó la noche al aire libre. Afortunadamente, el clima permitía dormir sobre la hierba, y alrededor de las vallas de estables rayos hiperplásmicos.</p>
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Airflaners voló para encontrarse. Estaban llenos de nuevos reclutas. Debido al desplazamiento del Sol y los cambios de clima, la piel de los Veropeans se oscureció. Los terrícolas se volvieron mucho más oscuros que los Stalzans, volviéndose negros o, más raramente, marrones oscuros. Algunos de los reclutas reclutados apresuradamente marchaban en formación (lo sabían desde la infancia), pero solo muchos de ellos cojeaban de ambas piernas. Los guerreros recién horneados, por primera vez en su vida, se ponen botas y uniformes. Y ahora los adolescentes de ayer están sonriendo, tratando de hacerse pasar por tipos duros, cubriendo arrogantemente con estúpidos insultos a los trabajadores comunes. Ojalá ahora fueran los únicos de la raza maestra, y otras personas son solo la basura más insignificante, que puedes tocar en un bastardo. Agitan sus armas, reproduciendo gestos ofensivos. "¡Necesitamos darles la sugerencia correcta!" - pensó el jefe de las fuerzas especiales.</p>
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- ¡Señor suboficial, permítame aplicar!</p>
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Igor volvió la cabeza hacia la voz familiar.</p>
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- ¡Oh, eres tú, mi hermano! Hace mucho que no te veo... ¡Tú, como un zorro, borraste todas tus huellas, escapando de nosotros!..</p>
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- ¡Y tú, miserable perro policía, todavía no rastreaste el agujero del lobo! - Seguido de una alegre respuesta.</p>
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Los hermanos se abrazaron fuertemente. Luego, lentamente, ambos, como si estuvieran vestidos con uniforme de policía, avanzaron por el camino de basalto, liso como un espejo pulido. Cuatro animales guardianes, rinocerontes acorazados con patas de guepardo, y en lugar de rozar una red de tentáculos peludos, corrieron hacia el lado derecho de la columna en marcha, esta vez una unidad nativa femenina. Las chicas vestían faldas cortas con bustos hinchados apenas cubiertos por la apariencia de una túnica. Los pies descalzos marchaban casi sincronizados, los dedos de los pies estirados. Las chicas mismas se veían muy atractivas, en su mayoría rubias esponjosas, con rasgos regulares, proporciones de figuras casi ideales (¡resultado de purgas genéticas llevadas a cabo por las autoridades de ocupación!). Sus pies, que no conocían zapatos, eran gráciles y no se deformaban en lo más mínimo por andar descalzas, y un ungüento especial repelía el polvo, dejando rosados los talones de las muchachas, cincelados, alisando y haciendo brillar como corales la superficie rugosa de la suela femenina. Solo la piel durante varias decenas de generaciones bajo los rayos continuos de las luminarias adquirió el color de la ebonita, que en las rubias naturales con rasgos faciales arios o eslavos parecía antinatural, incluso un poco aterrador. Igor, sin apartar la vista de las esbeltas piernas de niña, apenas audibles para que solo sus oídos entrenados pudieran captar, producto de la selección de las fuerzas especiales nativas ocupantes, dijo:</p>