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- El precio de la entrada es de cien kulamans.</p>
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Los Hypermarshals se miraron entre sí.</p>
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- En mi opinión, para pagarnos - es aburrido en el vacío ... - bostezó Gengir.</p>
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Kramar asintió con indulgencia.</p>
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- Mucho honor - ¡Malas noticias! ¡El débil paga con oro, el fuerte con acero de damasco!</p>
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nota; ***</p>
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Tales Stalzans de alto rango tienen un fuerte arsenal militar a su alcance. Ni siquiera tienen que sacar sus armas, basta con poner la mano en posición de combate, ya que salta sola casi a la velocidad de la luz. Un abrir y cerrar de ojos, y la protección se paraliza. Luego, con la ayuda de programas cibernéticos, los stalzans fácilmente abrieron la puerta cubierta por el campo de fuerza y entraron ilegalmente al establecimiento subterráneo. Trotar por los amplios y sinuosos pasillos fue divertido.</p>
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Dos amigos del alma siguieron más y más lejos. Pronto entraron en un salón gigantesco de una buena milla de ancho. Aquí comían, bebían y jugaban al mismo tiempo. Que puedo decir, varias formas de vida, otras tienen cachalotes, y sus orejas son como velas del palo mayor. También hubo muchos stalzans. Los representantes de la raza principal eran los más arrogantes y se burlaban sin contemplaciones de toda decencia. Kramar Razorvirov miró las mesas de juego con mirada carnívora.</p>
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- Fue bueno encontrar una batería rica y sacarle toda la carga.</p>
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Genhir guiñó un ojo.</p>
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- Creo que sé quién puede ser expulsado de Kulamans ...</p>
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Esbelto como una serpiente, el croupier saltó silenciosamente hacia los hipermariscales. Dos de los cinco ojos cambiaron de color de verde a rojo. El activista del casino aduló con voz pulcra:</p>
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- Valientes guerreros del Gran Stalzanath, si queréis jugar, entonces os recomiendo al multimillonario Vichihini Kal. Es muy apostador, pero, te advierto, no le gustan los estafadores. Posee la parte del cuásar del planeta...</p>
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Gengir interrumpió apasionadamente:</p>
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- ¡Totalmente! ¡Me encantan los oponentes fuertes!</p>
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En algún lugar cercano del escenario, comenzó otra maratón de striptease. Hombres y mujeres se despojaron de su camuflaje, realizaron bailes exóticos y giraron como muñecos mecánicos. En el techo proyectaban otra película de acción, donde peleaban y disparaban todo el tiempo, destruyendo planetas enteros, torturando razas de todo tipo.</p>
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- Cuando peleamos. ¡Tuvimos una ultra estrella! Mucho más duro. Kramar señaló con desdén el techo.</p>
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- Pelearemos de nuevo. Estamos recibiendo noticias muy alentadoras. - Lo puso Gengir Wolf. - ¡Conflicto megapulsar!</p>
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El gángster multimillonario Wichihini Kala fue emparejado con un cachalote gigante de diez patas. El Brute también fue uno de los mafiosos galácticos. Un lanzacohetes se elevaba sobre un hombro masivo (de un tonto tan grande es hora de dispararle a un crucero estelar).</p>
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- ¿Qué estáis abatidos, reptiles de agua dulce? ¡Juguemos a lo grande! - Sonriendo con fervor como si hubiera visto gallinas gordas de zorros, sugirió Gengir Volk.</p>
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Wichihini levantó la pata.</p>
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- ¿Tienes reactivos?</p>
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- ¡Por sí mismo!</p>
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Kramar mostró una carta de siete colores. Un fajo de billetes iridiscentes brilló en la mano de Genhir.</p>
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El cachalote silbó:</p>
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- Entonces, stalzans, ¡luchad! ¡Podemos apostar!</p>
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- ¡Puedes quitarte los pantalones!</p>
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La vulgar broma de Genhir provocó la risa histérica del cachalote.</p>
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"Idiota, ¿qué vas a tomar?", pensó Kramar.</p>
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El juego comenzó con cartas holográficas ultrarradiactivas. Este tipo de ejecución de cien cartas se llamaba "Imperio", requería no solo suerte, sino también una memoria fuerte junto con inteligencia. Los altamente experimentados Hypermarshals resistieron con éxito a los maltratados bandidos espaciales. Drogado gradualmente por Wichihini Kala, se entusiasmó y, aumentando constantemente las apuestas, llevó su pérdida a varios miles de millones de kulamanes. Los Stalzans, en sus corazones, se rieron de los alienígenas inferiores. Estas criaturas subdesarrolladas están condenadas a ser vacas lecheras. Sin embargo, la mafia estelar tenía sus propias consideraciones. Wichihini hizo una seña secreta y el cachalote gritó:</p>
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- ¡Él engañó! ¡He visto!</p>
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El rugido de tal monstruo levantó una onda de sonido en todo el salón. Cientos de bandidos inmediatamente sacaron rayos y espadas láser, rodeando la enorme mesa de juego por todos lados.</p>
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Genhir se rió entre dientes.</p>
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Sabía que no serías capaz de manejarlo. Todos vosotros, Dikeles, sois así.</p>
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Kramar ladró:</p>
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- ¡Paga lo que perdiste, o muere!</p>