Страница 56 из 168

Auge Y Colapso De Imperios-1

El castillo negro fue especialmente adaptado para muchos tipos intergalácticos.

Aunque el avión aterrizó suavemente sobre la cubierta de color púrpura oscuro del área del parque, se sorprendió un poco, como si un Titán capturado por Zeus estuviera tratando de escapar desde abajo. Jover y Eraskandar, sin prestar atención a esto, se apearon (o mejor dicho, el joven saltó como un guepardo, y stalzan bajó sólidamente al estilo de un antiguo príncipe) y se dirigieron a una de las entradas laterales de este intergaláctico" hotel".

El camino fue bloqueado repentinamente por dos porteadores con forma de elefante con una docena de cuernos, literalmente abarrotaron el pasaje con sus cadáveres de cinco toneladas.

- ¿Que carrera? ¿Vista? ¿Alusiones personales? ¿Hay invitaciones? ¿Cuál es el propósito de tu visita?

Con una sola voz, como cómodas sobrecargadas, los matones crujieron. Los cadáveres de los "elefantes" estaban vestidos con camuflaje negro con escamas blancas. En sus patas sostenían lanzadores de rayos tipo cañón de diez cañones.

- Soy Urlik, por el apodo de la jerga Chermet. Este es mi esclavo personal Leo Eraskander, Leo en jerga. Aquí está el disquete de invitación.

El guardia tomó torpemente el disquete. Era difícil sostener un disquete tan pequeño en una poderosa garra con dedos de medio metro, pero el guardia tenía la habilidad de insertarlo hábilmente en el observador cibernético. Consideró toda la información sobre los individuos. La luz violeta de gálibo parpadeó. Los guardias torpemente, incluso sus cuellos crujieron, asintieron, dejando que el stalzan con el esclavo avanzara. La puerta de aleación resistente se abrió silenciosamente. El león dio un par de pasos adentro, el revestimiento interior era cálido y suave como el cuerpo de una mujer. De repente, impulsado por un pensamiento travieso, el niño se volvió y les guiñó un ojo a los guardias:

- Proteger tu propio bien es costoso, y el de otra persona es problemático, si no necesitas guardias, ¡entonces estás completamente arruinado!

Mastodontes con cuernos, solo batían sus grandes ojos como conchas. Hermes agarró al chico musculoso de la mano y tiró:

- ¡Piernas más rápidas!

Desde los pasillos de la guarida más antigua, había un soplo de sulfuro de hidrógeno y algo aún más apestoso. La superficie del revestimiento se volvió más dura y fría, las caras pintadas de varios tipos de ghouls eran visibles en las paredes. Sentir como si compitieran artistas de vanguardia, cuyo dibujo pronto te hará tartamudear. Y para colmo, la pintura se iluminó.

De repente, se escucharon poderosas explosiones, comenzaron los disparos indiscriminados. Las formas de vida más complejas se bañaron unas a otras con andanadas de los más diversos sistemas y especies. Se podía escuchar la voz rugiente de los proyectiles de megavatios portadores de muerte. Las naves estelares se encendieron y se desintegraron, los cadáveres de animales inteligentes multicolores se carbonizaron instantáneamente, cayendo bajo los rayos mortales de los blásteres, los láseres ecológicos y otros tipos de armas. El león vio la batalla cósmica gracias a cinco proyecciones holográficas que destellaban en el corredor del castillo a la vez. Los buques de guerra de Stalzanath, a pesar de la sorpresa del ataque, se integraron automáticamente en el sistema de "cadena flexible". Cañones de gran calibre arrojaron coágulos de obsequios de aniquilación que, al correr a lo largo de trayectorias rotas, se hundieron en los submarinos espaciales más cercanos de la colección de animales salvajes. Aquí, por ejemplo, una de las naves extraterrestres más grandes comenzó a dispersarse, como cartón quemado. Al león le pareció ver gallinas bípedas con patas de mono, corriendo presas del pánico por los pasillos del crucero espacial siniestrado, tratando sin éxito de esquivar el doloroso "beso", la llama implacable. Las cápsulas de rescate surgieron como píldoras de colores para bebés de las naves dañadas, fuera de control y girando caóticamente. Así de rápido era el molinillo de plasma para todos los modelos de combate. Al mirar esto, Jover-Urlik quedó estupefacto por el miedo, porque no era un militar regular intrépido. Después de otra sacudida que levantó polvo espinoso del suelo, el general económico finalmente se adentró en el estrecho corredor negro iluminado por una luz roja opaca.

Varias explosiones retumbaron en la plataforma misma, pedazos de carne y fragmentos de metal volaron hasta la entrada del corredor. Eraskandar logró acostarse, pero uno de los fragmentos atravesó su piel de bronce, pasando por una tangente, y el otro cortó un corto mechón de cabello blanco como la nieve. En el mismo instante, una docena de figuras imponentes aparecieron en la entrada. Los Heffalump Porters se hicieron a un lado.

Haligars de seis brazos parecidos a gorilas se apretujaron en la entrada. Matones armados con los lanzadores de rayos más potentes. Los monstruos estelares en trajes blindados con la insignia de la policía nativa municipal estaban densamente salpicados de sangre burbujeante multicolor.

Hermes no tuvo tiempo de llegar lejos. El suelo estaba demasiado resbaladizo y se estrelló contra un cadáver de medio centavo. Aquí, en un corredor angosto, no había la menor posibilidad de esquivar los rayos mortales. Jover palideció y levantó las manos. Parecía bastante humano. Sin embargo, la mirada de los Haligar era de lo más despiadada y repugnantemente agresiva.

Solo Leo no entró en pánico. Un detalle le interesó. En manos de los "gorilas" se encontraban poderosas instalaciones de combate gravio-láser de un pesado calibre militar. Mientras tanto, los soldados de la policía municipal recibieron pistolas paralizantes o pistolas gamma y, muy raramente, un bláster de calibre medio de baja potencia. El transporte de lanzadores de rayos gravio-láser clase Byrd y otras armas militares pesadas estaba prohibido bajo pena de muerte dolorosa. A los Haligar, como raza subyugada, solo se les confiaron armas más débiles, aunque eran la fuerza auxiliar más masiva del imperio. Por lo tanto, su forma era falsa. Y eran gánsteres espaciales o espías.

Hermes retrocedió por el pasillo, temblando de miedo.