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Auge Y Colapso De Imperios-1

Aunque Leo no tenía ni 19 ciclos (el comentarista sobreestimó un poco su edad), era alto y fuerte para su edad. La altura es de casi noventa metros y pesa menos de noventa kilogramos sin el menor indicio de grasa. Un bronceado oscuro resalta los músculos muy prominentes y profundos, haciendo que la figura sea aún más atractiva. Es terriblemente fuerte para su edad, lo que le da una singularidad especial en la belleza masculina. Lo que no es de extrañar, en la Tierra, las chicas enloquecieron por un tipo poderoso con la complexión de Apolo, pero aún con un rostro joven que conserva la redondez adolescente y una piel tersa sin un solo cabello. Al mismo tiempo, el cabello en la cabeza es grueso, dorado claro, ligeramente ondulado, lo que, sin embargo, no se nota tanto debido al corte de pelo corto y de moda entre los Stalzans. ¿Qué aman las mujeres? Belleza, fuerza, juventud y, si tienes suerte, también mente. Debe tenerse en cuenta que entre los stalzans una mujer que filma activamente a un hombre está en el orden de las cosas, entonces no hay nada inusual aquí. La igualdad en los asuntos militares también ha acercado mucho la mentalidad en las relaciones sexuales, cuando tanto el macho como la hembra de esta raza agresora por igual, sin conocer la vergüenza, se jactan de sus victorias en el frente amoroso. El león sonrió irónicamente al ver en forma de una figura femenina, masivamente atlética, un rascacielos, una docena de enormes ventanas de las cuales se asemejaban a pechos femeninos llenos, pezones que brillaban como estrellas en el cielo. Divertidas construcciones de la nación agresora. Imperio sin límites con algunos elementos de matriarcado. Es bastante sorprendente que toda una línea de mujeres lujuriosas no se alineara.

Delante estaba el edificio más alto de la provincia: el Templo del Emperador. Era una estructura alta, con varias cúpulas. Las cúpulas eran de una amplia variedad de formas y colores que brillaban con un brillo deslumbrante. Dentro del santuario había un reactor hiperplásmico, por lo que cuando oscurecía, se mostraba un holograma colosal con la vista de un templo o un "supercésar" cósmico que sobresalía. Pasando el Templo central del gran emperador. Volaron a la calle Vadkoroz. Aquí está su palacio: lujoso, enorme, simplemente increíble imaginación, casi un kilómetro de altura. El estilo del edificio es muy similar al antiguo estilo oriental, solo que el colorido es demasiado colorido, multicolor, con guirnaldas de luces y fuentes que brotan de las cúpulas. Y en la parte superior hay un holograma en forma de un resplandor brillante, en el que puedes distinguir los contornos de una nave estelar que se divide. En la entrada hay varios robots de seguridad, una docena de policías nativos (una mezcla de gatos erguidos con exuberantes visones). El jefe de la guardia del palacio, el oficial stalzan, sonrió afablemente, extendiendo una amplia palma.

- Y tú, hijo, ¡bien hecho! Un verdadero guerrero del Gran Stalzanath. Pregúntale a nuestra señora, ella lo logrará, y te convertirás en un soldado, y si sobresales, recibirás la ciudadanía y gobernarás el Universo con nosotros...

Vener interrumpió al oficial con una voz inesperadamente severa.

- ¡No te metas en los asuntos de los demás! Ustedes, militares, francamente, en tiempo sereno absorben proteínas gratis, mientras nosotros, ecoexploración, siempre estamos trabajando por nuestra patria. La existencia pacífica entre mundos es posible, pero nunca entre economías.

Y de nuevo, sonriendo afablemente, acarició al León en su espalda musculosa y bronceada, aplastó su pecho firme con dedos fuertes, con uñas afiladas. Los músculos están firmes, el corazón late uniformemente.

- Que piel tan tersa tienes, como un caparazón de Samadorov.

Cuando entraron en el lujoso salón repleto de joyas, Vener ya no pudo controlarse. Tirando su ropa, atacó al tipo. Sus lujosos, como capullos de rosas escarlatas, sus senos se hincharon y atrajeron seductoramente. Esbeltas piernas de bronce dorado cruzadas en un movimiento seductor. Era más delgada y seca que la mayoría de las mujeres del gran imperio y, sin embargo, caliente en la cama. Eraskandar también era fuerte más allá de su edad. Él también, para ser honesto, tenía muchas ganas de copular...

El león se sentía como un yate de vela a toda velocidad y atrapado en una tormenta. El viento se hace más fuerte, convirtiéndose en un violento huracán, y olas de violenta pasión barren todo el poderoso cuerpo joven como un tsunami. Además, cada nueva sacudida genera un terremoto aún más poderoso, el eje crece y en cada célula del cuerpo, por así decirlo, el oleaje de la dicha fabulosa se derrama con preciosas salpicaduras de felicidad. Durante varias horas, un joven y una mujer hicieron el amor, habiendo experimentado toda una cascada de sentimientos. Cuando ellos, saciados y agotados, se tendieron sobre una magnífica alfombra, quedaron maravillosamente complacidos. Numerosos espejos multicolores desde diferentes ángulos iluminaban el espacioso salón, como un buen estadio. Mientras los amantes se deleitaban furiosamente, tejiendo sus cuerpos de bronce pulido y brillante, los espejos de todos los puntos y rangos reflejaban movimientos ondulantes. Afrodita estrellada se volvió con un gemido voluptuoso, su rostro irradiaba felicidad, las manos encallecidas de un niño gladiador masajearon su pierna cincelada, acariciaron entre dedos largos y gráciles, le hicieron cosquillas en el talón rosado y luego se elevaron hasta las caderas lujuriosas. Venus, revoloteando en nubes de placer, dijo con entusiasmo:

- ¡Incomparables! ¡Eres solo un mago! Nunca me había sentido tan bien con nadie. Eres tan fuerte y gentil, y nuestros hombres no son como un hombre ...

Leo también respondió con bastante sinceridad. Después de otro beso apasionado de Venus en el pecho, a partir del cual el joven y fuerte corazón empezó a latir más rápido, la pasión en la carne endurecida despertó con renovado vigor. En respuesta, el chico la atrajo por los hombros hacia él, lamiendo el rubí del pezón con la lengua, con la voz entrecortada por la emoción, dijo en voz baja:

- Sabes, no eres como las mujeres del Gran Stelzanath, tienes tanta ternura y amabilidad, te pareces a una princesa hada y quieres ser salvada. Lamento preguntar, pero deseo transmitir el gravigrama a la Tierra para que mis padres no se preocupen. Después de todo, estamos en otra galaxia, a una distancia de cientos de miles de ciclos de luz-año.

La guerrera de inteligencia comercial tenía muchas ganas de agradecer al maravilloso niño de la raza injustamente oprimida, por lo que con alegría exclamó: