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Auge Y Colapso De Imperios-1

-No eres un dios, solo eres un pequeño demonio, un pequeño vampiro patético, impotente ante el culto de Sollo.

-Y tú con una araña en el pecho te sale un rayo divino.

Likho disparó una carga con una pistola de rayos, esperando que el hombrecito de cabello gris se rompiera en pedazos humeantes. Sin embargo, el rayo, al dar en el pecho, solo dio lugar a una nube centelleante, característica de los juegos infantiles. Likho continuó disparando furiosamente.

- Qué diablillo. Tus rayos son impotentes contra el poder divino del Sumo Sacerdote Sollo.

Varios arqueros dispararon una ráfaga, las flechas largas fallaron por poco al minisoldado y uno raspó levemente la piel. Tigres fue el primero en comprender que las cosas no iban a ser favorables, agarró a su compañero de la mano y lo apartó con un fuerte tirón. Trató de defenderse.

- ¿Qué vergüenza huir?

- Esto no es un vuelo, es una maniobra táctica. Cambio de panorama de batalla. - Tigres bromeó en serio.

- En un lugar abierto, se evaporan más fácilmente. - Gruñó el joven stalzan.

- Todavía no entiendes. ¿Por qué tu rayo no lo cortó? - Vladimir explicó en la carrera.

-¿Tal vez magia o defecto con armas? sugirió Likho.

“Esta es la primera vez que veo que la magia protegería contra un rayo láser. Y a expensas del defecto, puedes comprobar el mío.

En movimiento, dándose la vuelta, el sicario envió una carga al arquero más cercano. El flujo luminoso golpeó justo en la cara, aparentemente cegando al luchador, obligándolo a soltar la ballesta, pero eso fue todo. El cráneo no reventó, los sesos fritos no se derramaron.

- Mira, ahora lo entiendes. Son ustedes o nosotros, por lo que la minicomputadora, en nuestros juguetes de combate, los reconoce, les da un saludo de saludo. Tigres explicó.

-Demonios del antimundo. Obviamente, estos son tuyos, los nuestros no son salvajes tan primitivos. - replicó Likho.

O tal vez lo contrario es el tuyo. Su idioma es tu Imperio Púrpura. señaló Vladímir.

-¿Dónde aprendiste tan bien nuestro idioma? Lo hablas así, naturalmente, sin contar poco, como si hubieras nacido en la metrópoli. - El mini-soldado saltando sobre los baches entrecerró los ojos con sospecha.

-No sé, tal vez esté relacionado con el fenómeno del movimiento. - Tiger mismo no entendió todo.

Los muchachos corrieron rápido (aunque al 100 % de su forma podrían haber sido aún más rápidos) y tuvieron buenas posibilidades de escapar incluso de los perseguidores bondadosos, pero el desconocido bosque alienígena está lleno de sorpresas. Parecía bajo tus pies una hierba suave de color rojo amarillento, esponjosa como el musgo, y sobre ti una espina, afilada como el aguijón de un vikudra, se clava en tu talón desnudo. Famosamente lisiado, aparentemente una planta depredadora produjo el aturdidor más fuerte. Las piernas estaban completamente incapacitadas, solo las manos se contraían levemente en movimientos convulsivos. Tigrov tuvo que poner a su camarada sobre sus hombros. La velocidad disminuyó de inmediato, los perseguidores en parte, la mayoría en buenos caballos, en parte a pie, este último, sin embargo, se retrasó y comenzó a alcanzar a los fugitivos. Vladimir disparó con precisión, los rayos se las arreglaron bien con los caballos e incluso podían cortar al jinete, si era lo suficientemente inteligente como para esconderse detrás del caballo. En principio, el sistema de reconocimiento amigo-enemigo vio en diferentes rangos, pero la explosión del termo-quark con desplazamiento redujo su sensibilidad. Si el tirador envió una flecha al objetivo, escondiéndose detrás de un árbol, entonces un disparo de regreso bien podría demoler tanto el árbol como al tirador. El tipo plantó cargas, cortaron los troncos, grandes árboles cayeron con un rugido, a veces aplastando a los combatientes. Aquellos que fueron cortados por el rayo presentaron una vista terrible, los fragmentos quemados del cuerpo humeaban ligeramente. Tigrova fue bombardeado con flechas mientras tuvo suerte, se las arregló con rasguños, la piel se volvió más fuerte y la punta rebotaba muchas veces, además, salvaron gruesos troncos de árboles que estorbaban la vista.

Likho gimió, el hijo de un imperio agresivo tenía un corazón noble y un sentido de camaradería:

- Déjame, Vladimir. ¡Solo soy una carga, sin mí puedes irte!

No, somos hermanos de armas. Juramos vivir y luchar en el lugar, así juntos aceptaremos la muerte. - Dijo el chico humano con patetismo.

-No es lógico. Si ambos morimos, no habrá nadie para vengarse de los enemigos. - Dijo Likho genuinamente sufriendo, el rostro del mini-soldado se puso morado por la acción del veneno vegetal.

-Creo que tenemos una oportunidad.

Los arqueros pronto se dieron cuenta de que era más seguro disparar al aire libre, no esconderse. Pronto, una de las flechas de endurecimiento mejoradas durante mucho tiempo perforó el bíceps del brazo. Además, la carga de la batería hiperplásmica se agotó mucho más rápido de lo que permitía esperar la baja intensidad de los flujos de aniquilación en erupción. Incluso las armas de infantería de Stelzanath podrían usarse en combate, a plena potencia capaces de hundir el acorazado más grande y avanzado del siglo XXI. Ahora las flechas volaban en las nubes. No tenía sentido evadir y los Tigres simplemente comenzaron a correr. Es difícil correr con un amigo sobre los hombros. Los arqueros montados se acercaban, pero un par de flechas seguían dando en el medio insensible Likho. Luego, otra flecha golpeó a Vladimir entre las costillas (lo golpearon con ballestas especiales con cuatro cuerdas de arco, diseñadas para penetrar armaduras pesadas de caballeros, por supuesto, la velocidad de disparo de tal arma es más débil, debido a que se tira con fuerza del grifo, pero poder letal). Este es el final, el chico se tambaleó de dolor, deteniéndose. Varias flechas grandes y afiladas lo golpearon de inmediato, y al camarada indefenso. Quedarse quieto significa una muerte segura, los Tigres, superando el dolor, se precipitaron en dirección a un árbol enorme, como una montaña que se eleva sobre el resto. Tal vez haya un hueco en este árbol, y él podrá esconderse de sus perseguidores de esta manera. Frente a este monstruo del mundo vegetal se extendía un césped limpio con hermosos colores invisibles y formas de flores. Y qué extravagante olor embriagador emitían estas plantas sobrenaturales.