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Auge Y Colapso De Imperios-1

- No estaba bromeando. Ahora somos iguales. - exclamó el chico y añadió. - Si quieres estar en pie de igualdad con Dios en fuerza, ¡supera al Todopoderoso en valor!

- Sí, en pie de igualdad, aquí están mis dos manos. Sin embargo, el Todopoderoso, por su naturaleza, en principio, no puede morir y desaparecer, por lo que su analogía no es apropiada. - Famosamente conduciendo el auto con la ayuda de un pequeño joystick en la antena, dijo. - Ahora aterrizaremos en el crucero. ¿Y pensaste que estabas volando en el auto del niño "Photon" a otra galaxia? El pequeño rió alegremente. No, no es. "Ha habido peleas aquí recientemente, así que te disfrazaremos como nuestro hermano".

- Buena idea, pero ¿y si vuelven a revisar la retina? Los tigres se asustaron. Una vez más, ser servido a un maníaco alienígena no le sonrió de ninguna manera.

- Y puedes ser de un sector muy lejano, porque tenemos trillones de planetas bajo control. Hablaría con mi padre, o incluso con mi bisabuelo Hypermarshal, y él te haría los documentos necesarios para una seguridad absoluta. La voz de Likho era segura y sus ojos eran claros.

- Cómo te quiero creer... - suspiró Vladimir.

¿Por qué arriesgaría mi vida? ¿Para luego traicionar? No veo ninguna lógica en esto. ¡Te lo juro, somos hermanos para siempre! - Famoso, por persuasión, golpeó su puño en la armadura transparente.

Luego, con un lanzamiento descuidado, le entregó a Tigrov un gran caramelo en forma de muñeco de anidamiento, pero con ropa punk. Ella misma preguntó en la boca. El niño hambriento se lo comió con placer. El sabor era más dulce que la miel y más agradable que el chocolate gasificado. Una cosa maravillosa que aún no había tenido que comer en la tierra. Sin embargo, Vladimir tragó el producto culinario demasiado rápido, sin tener tiempo para disfrutar adecuadamente el sabor. Se puede ver que el dulce era muy alto en calorías, ya que los músculos encogidos inmediatamente se hicieron más grandes, y la cara ya no se parecía a la de un prisionero de un campo de concentración fascista.

Un caza en miniatura voló como una mariposa ligera hacia el vientre de un gigantesco crucero insignia.

***

Cuando Leo Eraskandar despertó, le pareció que había perdido la cabeza. Una criatura dolorosamente absurda se inclinó sobre él. Nariz de zanahoria, tres orejas en abanico, aletas, piel verde con manchas rojas y amarillas que forman patrones intrincados. Era como el personaje de un cómic infantil. Por supuesto, nada lo sorprenderá, pero había algo especialmente tonto en la expresión del hocico de una bestia extravagante. Y cuando la criatura habló, su discurso resultó ser completamente extraño.

- Entonces, el reptil sin pelo despertó. Qué estúpidos son los miembros de tu raza: sin cerebro, sin fuerza muscular. Personas discapacitadas de un universo lisiado, una forma viral de materia mutilada. Qué se puede decir sobre la basura del protoplasma: el intelecto en descomposición.

El león literalmente ladró:

- Sí, ¿quién eres tú, un payaso disfrazado, que deshonras a nuestra raza?

La criatura saltó y mostró sus dientes torcidos de color púrpura.

- Soy el genio más grande del universo, sabiendo todos los secretos del universo y el poder del espíritu que controla la materia.

- Estás loco con la duda hipertrofiada de una rana hinchada. - gruñó el joven.

El león trató de saltar, pero el alambre de alta resistencia lo ató con fuerza por los tobillos y los brazos.

El animal soltó una risita de lo más repugnante, como el croar de una rana del desierto, una carcajada.

- ¡Dze, dze, dze! Verás, no tienes fuerza muscular ni cerebro tampoco, ya que llegaste tan mediocre a nuestras redes.

El chico tensó todos sus músculos, el delgado alambre cortó dolorosamente en la piel. Las orejas de abanico multicolor de una criatura incomprensible revolotearon como las alas de una mariposa.

- Bueno, hombrecito, primate subdesarrollado, ¿no puedes romper ni siquiera una telaraña tan delgada? ¿Tu cabeza vacía no te dice nada?

Una ola de rabia se apoderó de Eraskandar, los músculos se contrajeron bruscamente y luego, como un resorte, se aflojaron de un tirón: rompió el alambre que apretaba fuertemente sus extremidades. Aunque el cable era delgado, era posible colgar un elefante de forma segura. La sangre brotó de debajo de la piel, y los músculos fuertes, no inferiores en dureza al alambre, casi estallaron. Enfurecido, el león saltó hacia el joven animal, que estaba tan asombrado que no tuvo tiempo de reaccionar. Con un rodillazo, el joven Terminator lo tiró al suelo y agarró su garganta con púas con las manos. Las espinas no pudieron proteger a la criatura, pues con un movimiento practicado, el joven luchador aplastó la protección y cerró los dedos en una llave muerta. Lo único que salvó al de orejas de abanico de una muerte inmediata fue una mirada asustada y suplicante. Esta criatura se veía tan ridícula, tan divertida e inofensiva que el deseo de matar se había ido. Jadeando, el animal chilló:

“¡Oh, gran guerrero de la brillante raza humana!” Te estaba dando una evaluación equivocada. Eres tan inteligente, fuerte... Y en general, ¡eres la más hermosa y sexy!

El león siguió sujetándolo por el cuello. La experiencia le había enseñado a desconfiar de las frases halagadoras. Si lo dejas ir, no está claro cómo terminará todo.

- Dime, cabrón, ¿dónde estoy ahora?

- Tener amigos positivos. - chilló la criatura.