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Todos ocuparon sus asientos asignados...</p>
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Dos horas después apareció otra chica...</p>
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Sí, son muy similares, incluso en la vestimenta, o mejor dicho, su ausencia casi total. Para Labido Caramada, que acababa de llegar aquí, este planeta descuidado era demasiado salvaje y caluroso. Por lo tanto, ella vino aquí casi desnuda, descalza, adornada con brazaletes hechos de piedras preciosas y de origen sobrenatural. Sin embargo, qué agradable es cuando el sol acaricia la piel desnuda y los pies desnudos de una niña hormiguean ligeramente, cosquillean las briznas de hierba, las ramitas, los bultos. Solo en su cinturón colgaba un bláster de dama ligero, y en su brazo, una mezcla de reloj, computadora, escáner y teléfono.</p>
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- ¡Brr! ¡Cuántos árboles! ¡Puedes construir un palacio más cuásar que el del gobernador! - Dijo la agresiva belleza depredadora, abriendo los brazos y redondeando su boca de coral.</p>
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La chica partisana, sonriente, salió tranquilamente a su encuentro. Levantando la mano, la saludó con el saludo característico del movimiento de los pioneros imperiales de Yuling, conquistadores de la megagalaxia.</p>
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- Me alegro de verte, mi hermana. Veo que estás interesado en estas plantas nativas?</p>
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- Como puedes ver, desde que llegaste aquí. - ¡Igual que tú, desde que llegaste aquí! - Labido arrojó un trozo de corteza con el pie y hábilmente lo atrapó con los labios, comenzando a masticar vigorosamente.</p>
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- No vine por los baches, solo me gusta caminar solo, haciéndome un salvaje. Cansado de estos estúpidos nativos. - La chica partisana movió la nariz como la trompa de un elefante.</p>
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- Aunque son tontos, son muy divertidos y aún no han tenido tiempo de molestarme. Es extraño... No puedo entender, me parece que ya te he visto en alguna parte. Stalzan parpadeó mientras buscaba en su cerebro similar a una computadora el archivo que estaba buscando.</p>
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El joven partisano casi sin correr dio un cuádruple salto mortal en el aire y aterrizó casi cerca de Labido.</p>
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- Sí, me viste en nuestro planeta central Stalz.</p>
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Ella resopló con desdén.</p>
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- ¡No! Y nuestro planeta central se llama de otra manera. ¿Eres nativo?</p>
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“¿Las mujeres nativas tienen un cabello tan hermoso con un olor tan maravilloso?” ¡Oler!</p>
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Karamada sumergió mecánicamente su rostro en las ondas de siete colores de la línea del cabello del banquillo e inmediatamente recibió un golpe de rodilla en el plexo solar. En el momento siguiente, el partisano se arrancó el cinturón con el arma y lo arrojó a un lado, parándose en una posición de lucha. Aparentemente, ella quería pelear en igualdad de condiciones. El comandante, sin embargo, no aprobó los efectos teatrales, y con un certero disparo de un bláster, rompió el brazalete que sujetaba el ciberreloj.</p>
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- ¡Manos arriba! ¡Un movimiento y tiro!</p>
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Lo que pasó después fue fácil. Solo se tuvo que cambiar la pulsera del reloj. Uno de los soldados donó un trofeo. Cuando la contraparte de la libido de Caramada desapareció, el original pudo ser tratado.</p>
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Una mujer del ejército de los odiados invasores estaba fuertemente atada con alambre de trofeo...</p>
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Me pregunto cuantos ciclos tiene? ¿Trece o doce? Pero como los Stalzan crecen más rápido y más personas, ella era mucho más alta que la mujer adulta promedio. Sí, y la figura es bastante desarrollada y atlética, con músculos, seca y aún no excesiva.</p>
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Es una pena que una chica tan hermosa tenga que ser liquidada, pero no se puede hacer nada. ¡No hay otra salida! ¡La guerra es el juego más emocionante, el número de participantes es ilimitado, pero disminuye constantemente!</p>
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Uno de los jóvenes y altos guerrilleros no pudo resistirse a tocar la grácil pierna morena de la chica. La mano callosa del leñador subió por el tobillo, bajó hasta el pie rosado y ligeramente polvoriento, palpó los dedos. La chica le guiñó un ojo.</p>
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- Bueno, por qué tan tímidamente, eres tan hermosa, negra con el pelo rubio.</p>
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El chico sonrió sinceramente en respuesta.</p>
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- Y tú también eres un milagro, las uñas de los dedos fundidas como perlas.</p>
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Otro joven extendió su mano a su pecho, por el toque se hinchó al instante. El magnífico busto de la belleza parecía un helado de miel y plombir dispuesto en un tobogán con pezones cubiertos de cerezas. La niña murmuró:</p>
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- Valientes muchachos, quiero sentir sus caricias.</p>
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Hombres jóvenes, casi adolescentes, la miraban con hambre, los organismos sanos exigían sexo. Incluso el propio Comandante Panther sintió el calor en sus ingles. Debido a su barba espesa y ya canosa, que es bastante rara en el mundo moderno, parece casi un anciano en el contexto de estos jóvenes (aunque algunos son solo niños en apariencia). Y la niña es tan atractiva, especialmente más clara que los nativos, brillante, como una piel dorada, grandes dientes de perla de una boca abierta tentadora. La voz de Labido se volvió lánguida, entrecortada.</p>
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- Vamos a divertirnos conmigo, luego déjame ir, no diré nada de ti.</p>